Incumplimiento en la producción de fertilizantes

El costoso traspié de Rayonitro

VENTURA DE JESÚS

Los últimos tiempos no han sido buenos para la vieja fábrica matancera Rayonitro, única planta en el país donde se produce el fertilizante granulado completo (NPK), garantía de los nutrientes esenciales que permiten elevar el rendimiento de los cultivos.

Foto del autorLa ensacadora fue uno de los obstáculos para el cumplimiento de la fábrica a inicios de año.

En el 2010 hubo que importar 19 000 toneladas no previstas debido a incumplimientos de la industria matancera. Y, aunque anotaron en la lista de dificultades la inestabilidad en el aseguramiento de la materia prima lejos está de ser este el único problema allí.

Conocedores de sus limitaciones internas, no fueron objetivos al aprobar un plan el propio diciembre del pasado año, que a mediados de enero del 2011 ya se declaraban no aptos de cumplir, en lo correspondiente a ese mes.

Así, fundamentalmente por roturas de una vieja ensacadora, no garantizaron el volumen de 4 000 toneladas del abono destinadas al cultivo del frijol.

Ese error de apreciación suscitó duras críticas, pues afectó una actividad tan estratégica y sensible como es la de producir alimentos, y demostró poca seriedad y responsabilidad a la hora de asumir un compromiso de tamaña envergadura.

Los problemas en la desgastada Rayonitro eran, y continúan siendo, múltiples y concretos. ¿Pero por qué entonces no alertar a tiempo, por qué comprometerse con una tarea y antes de que termine un mes desdecirse?

Hay que reflexionar en que, cuando se actúa de forma poco previsora, no se deja margen de tiempo para maniobrar entre las alternativas más convenientes, y entonces el país, bajo tensión, tiene que resolver el entuerto comprando en el mercado más caro, o simplemente, "admitir" que se afecte una producción, como en este caso sucedió con el frijol.

Pero si esto aún no ha logrado entenderse por la parte empresarial, tampoco se comprende que, tras cuatro meses del perjudicial desaguisado, hasta ahora no se hayan tomado aleccionadoras medidas administrativas para quienes incurrieron en tal daño a la economía.

son varios LOS DOLORES DE CABEZA

El ingeniero Eduardo Gerónimo Catalá, hasta hace muy poco jefe de operaciones aquí, comenta que en los últimos tiempos han sufrido averías en una subestación de entrada a la planta y en uno de los extractores de gases, así como explosiones constantes en las líneas de acceso a la fábrica como consecuencia de las lluvias. De igual modo han padecido problemas en los reductores de velocidad de los motores y con la estabilidad del personal, sobre todo de los operadores.

Muchos consideran que, tanto o más difícil que mantener con vida los viejos equipos, es resolver el problema de la fluctuación de la fuerza laboral. El incumplimiento de los planes y el pago poco atractivo por esta actividad, afectan el estímulo de la gente, y no son pocos quienes deciden abandonar su puesto de trabajo. Actualmente hay operadores contratados que proceden de Pinar del Río y Holguín.

Otro obstáculo para la planta es no contar con la industria de ácido sulfúrico (en reparación capital). Este producto se utiliza en la fórmula de los fertilizantes granulados. Según especialistas, hay atraso en las acciones de restitución de la antigua industria.

Por sus años de explotación y falta de piezas de repuesto, la ensacadora de la fábrica origina incumplimientos de los planes. Unido a ello, cuando se presentan problemas con el transporte, se crea un cuello de botella.

Amontonar el producto ya ensacado desalienta a los estibadores. Eso hace más difícil las operaciones. Tenemos que hacer el mismo trabajo dos y hasta tres veces, expresa Alexis Morales, movido de su área para apoyar en esta actividad. Similar opinión tiene Pedro Leiva, de la planta de ensaque. "A veces el fertilizante se manipula más de una vez, en condiciones de trabajo cada vez más complejas".

La situación empeoró con el colapso de la llamada grúa viajera, sistema sobre el que descansa la concepción productiva de la fábrica. Según Antonio Orlando Camacho, jefe del taller de fertilizantes, se vieron obligados a concebir un movimiento interno para el trasiego de la materia prima y el producto terminado, una operación adicional que requiere de cargadores y camiones y, por tanto, encarece el trabajo. "Mantener la producción en estas condiciones es verdaderamente muy difícil, nunca había vivido una situación así en mis 15 años en la planta".

Para Juan Carlos Zamora, obrero de la línea de producción, entre los problemas más serios se encuentra el estado de desgaste del equipamiento, así como la falta de mantenimiento y de piezas de repuesto. Las roturas son constantes y eso afecta el salario y por tanto perjudica a la gente, dice.

El deterioro acumulado, la ausencia de mantenimientos constantes, la baja disponibilidad técnica del equipamiento y la inestabilidad en los cuadros de dirección, entre otras causas, mellan la imagen y el alma de la fábrica.

Es difícil no alarmarse ante su precaria situación de desgaste por los años de uso y la corrosión que crean las propias sales utilizadas en el proceso productivo. Una simple mirada permite apreciar el deterioro casi extremo en almacenes y demás naves, lo cual transmite la sensación de hallarse ante una planta al borde del colapso.

Aquí producimos "con las velas encendidas", manifiesta un viejo obrero para sugerir el estado deprimente de la instalación. Esto hay que hacerlo nuevo, ningún mantenimiento la salva, opina.

Una buena noticia que infunde optimismo a los trabajadores de la fábrica matancera es que entre los Lineamientos de la Política Económica y Social aprobados por el Sexto Congreso del Partido, se registra el interés del país por rehabilitar dicha planta.

Ello, sin lugar a dudas, ayudará a despertar la combatividad de un colectivo históricamente laborioso.

Por el momento, alivia saber que pese a esas complejas condiciones y al descalabro de inicios de año, cumplieron su plan de producción de fertilizantes en los meses de febrero, marzo y abril.

AL MENOS QUEDA LA EXPERIENCIA

Sergio Castillo, director de Rayonitro, admite hoy que, respecto a lo sucedido en enero, debieron ser más previsores, fundamentalmente en lo que concierne a la capacidad de ensaque y al completamiento de la fuerza de trabajo.

Derivado de esa lamentable situación, se adoptaron un grupo de medidas, entre las que destacan la contratación de una ensacadora portátil, la cual garantizó el proceso productivo en los meses siguientes, y permitió brindar mantenimiento a la vieja ensacadora. Ahora está en proceso de compra una nueva, fija, que debe estar instalada en septiembre

De igual manera, diseñaron una capacidad de almacenaje con las condiciones mínimas para proteger el fertilizante a granel, estrecharon relaciones con los transportistas y contrataron fuerza de trabajo para laborar en la línea de ensaque.

Lo fundamental, no obstante, seguirá siendo hacer de la objetividad un principio inherente a la hora de firmar un compromiso.

En el presente, semanalmente, directivos de la fábrica evalúan cada detalle del proceso para colocarse por encima, "y por delante" de los inconvenientes.

El principal desafío radica en remover la conciencia de los trabajadores para no perder el impulso de los últimos meses, y cumplir los compromisos con el país.

Y si ya, al parecer, resulta "impagable" el daño ocasionado a los frijoles por los que tantos cubanos sudan día a día, al menos sirva esta experiencia para que la lamentable sorpresa no se repita.

 

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