MÉXICO, 10 junio.— Por lo menos el setenta por ciento de las
armas incautadas por las autoridades mexicanas llegan desde Estados
Unidos, destaca la prensa mexicana.
Un documento de la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y
Armas de Fuego de Estados Unidos (ATF) revela que de las 29 mil 284
armas ocupadas entre 2009 y 2010, esa gran mayoría son de dicha
procedencia.
El informe de la ATC se conoce en medio de un gran debate sobre
la responsabilidad de Estados Unidos en el incremento de la
violencia ligada al narcotráfico en varios estados de México,
comenta el diario El Universal.
Dentro de unos días también se celebrarán en el Congreso
estadounidense las audiencias sobre el fallido operativo Rápido y
furioso, que permitió de manera indiscriminada la entrada de miles
de armas a territorio mexicano.
El director de la ATF, Kennet Melson, entregó la información a la
senadora demócrata por California Dianne Feinstein, quien se la
requirió.
Este informe es el primero en su tipo en hacerse público, ya que
las leyes estadounidenses limitan la forma en que la ATF puede
compartir los datos obtenidos del rastreo de armas usadas en
crímenes.
La senadora Feinstein, presidenta de la Comisión Senatorial para
el Control Internacional de Narcóticos, envió una carta a Melson en
la que afirmó que armas de tipo militar llegan a las brutales
organizaciones de tráfico de drogas a ritmos alarmantes.
Hacer públicos los datos de armas recuperadas en México con
procedencia de Estados Unidos aseguraría que los ciudadanos y
políticos americanos estuvieran al tanto de la gravedad de este
problema, añadió la senadora.
Por su parte, Wayne LaPierre, vicepresidente de la Asociación
Nacional del Rifle, dijo al The Wall Street Journal que dudaba de la
autenticidad del nuevo reporte de la ATF.
Sin embargo, Dennis Henigan, del Centro Brady para la Prevención
de la Violencia con Armas, coincide con otros especialistas en que
los narcotraficantes van a las armerías estadounidenses y se
aprovechan de la impunidad que existe en ese país para adquirir todo
tipo de armamento.
Paradójicamente, Estados Unidos, el más grande consumidor de
drogas del mundo, provee la mayor cantidad de armas a los
narcotraficantes.