El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, calificó de histórica
la nacionalización del campo de hidrocarburos Amistad, tras dura
negociación con la compañía estadounidense Noble Energy que operaba
aquí a través de su filial Energy Development Company (EDC).
El Estado ecuatoriano cerró por 74 millones de dólares el acuerdo
con la empresa estadounidense para su salida del país, al no llegar
a un acuerdo bajo las condiciones establecidas por la nueva ley de
hidrocarburos impulsada por el gobierno a finales del 2010.
La nueva normativa convierte a los contratos petroleros en unos
de prestación de servicio, y con el nuevo vínculo, el gobierno paga
una tarifa fija por cada barril extraído, considerando sus gastos de
operación y un margen razonable de utilidades.
EDC se dedicaba a la explotación de gas en el Golfo de Guayaquil,
el cual servía para la generación de electricidad de la planta
eléctrica Machala Power, de la cual era concesionaria.
Ahora ambas estarán bajo el control de la Empresa Pública
Petroecuador y la Corporación Eléctrica de Ecuador (Celec), y el
pago se hizo como reconocimiento a las labores ejecutadas por la
empresa tras la finalización del contrato en noviembre pasado.
De los 74 millones de dólares, 45 corresponden a la plataforma de
gas natural ubicada a 65 kilómetros de Puerto Bolívar, y el resto a
la empresa energética Machala Power, que también pasó a manos del
Estado ecuatoriano, reportó Prensa Latina.
Esa suma será recuperada en 365 días con el ahorro que generará
la no importación de diesel para la termoeléctrica Machala Power que
comenzará a operar con gas, según lo anunciado por Correa.
"Aquí no estamos viviendo una época de cambio, estamos viviendo
un cambio de época, algunas veces creando y otras recuperando lo que
siempre fue nuestro", destacó el Jefe de Estado.
"El gas en el Golfo siempre fue nuestro y por contratos mal
diseñados y una mal entendida inversión extranjera, pasó mucho
tiempo en poder de una empresa que no era ecuatoriana sin que haya
existido aumento e incremento de la producción", enfatizó.
La falta de producción y su no incremento, dijo Correa, se debió
al diseño "leonino" del contrato, al estipular que de aumentar el
nivel de la producción tenía que aumentar la participación del
Estado, por lo cual EDC mantuvo por una década niveles bajos de
producción.
Nacionalizando Machala Power ahora podremos, en corto plazo,
incrementar la producción de gas, optimizar la generación utilizando
ese combustible y crear excedentes para alimentar las industrias del
Azuay vía tanqueros, comentó Correa.