La Casa Blanca reiteró este viernes la necesidad de una reforma
exhaustiva del sistema de leyes de inmigración ante el incremento de
normativas antiemigrantes en los estados.
El interés gubernamental fue reactivado luego que este jueves en
Alabama el gobierno estatal aprobó una medida más dura que la
asumida por el gobierno estatal de Arizona, la SB1070.
La reacción del Poder Ejecutivo fue expresada por Jay Carney,
quien abogó por una reforma exhaustiva del sistema y manifestó su
convencimiento de que se puede lograr un consenso entre los dos
partidos para lograr esa reforma, reporta Prensa Latina.
El gobernador de Alabama, Robert Bentley, al suscribir la medida,
permitirá a la policía de ese estado detener a un sospechoso de ser
un inmigrante indocumentado si es interrogado por cualquier otro
motivo.
También forzaría a las escuelas públicas a determinar la
situación migratoria de los alumnos y tipifica como un delito
transportar a sabiendas a un indocumentado.
Además obligará las empresas de ese estado a aclarar ahora si
cualquier empleado nuevo reside legalmente en el país.
Al respecto de la reforma, el presidente Barack Obama considera
que es una necesidad reestructurar leyes opuestas a los preceptos de
la fundación del país, no sólo porque 11 millones de inmigrantes
indocumentados viven clandestinamente en el, sino porque castiga a
quienes tratan de inmigrar legalmente.
Los republicanos en el Congreso se oponen a adelantar iniciativas
que impliquen la legalización de los indocumentados, mientras
trabajan en varios estados para alcanzar legislaciones que
criminalizan a los inmigrantes.