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Ahorro en filtro obstruido
Con la no generalización del uso de la zeolita
en los sistemas de filtrado del agua, se desaprovechan
investigaciones que demuestran sus ventajas y recursos económicos
FREDDY PÉREZ CABRERA
Cientos de miles de metros cúbicos de agua son filtrados
diariamente en Cuba en las diferentes plantas potabilizadoras con
que cuenta el país, las cuales emplean, en su mayoría, arena sílice
y antracita, materiales que, en gran parte, se importan de lejanos
mercados.
El
jefe de la planta potabilizadora de Palmarito, Héctor Bu Martín,
explica el proceso de filtrado del agua.
Al concluir el proceso, junto a las impurezas, también se escapan
miles de dólares que el país pudiera ahorrar de haberse empleado la
zeolita en sustitución de los mencionados minerales, una tarea no
acometida aún con la celeridad que el momento requiere, a fin de
economizarle a la nación cada centavo posible.
A pesar de que especialistas de la Empresa Geominera del Centro,
radicada en Villa Clara, y de varias instituciones científicas, como
el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría, han
demostrado la factibilidad de su empleo con tal fin, el que fue
llamado mineral del siglo no acaba de abrirse paso de manera
definitiva en este propósito, más allá de algunas experiencias
aplicadas en determinados lugares.
El llamado a agilizar la implementación de los resultados
científicos, en aras de hacer más eficiente nuestra economía, hacen
injustificable la no aplicación de este logro, como reconoce Rafael
Alfonso Díaz, director adjunto de la Empresa Provincial de Acueducto
y Alcantarillado en Villa Clara.
Ha
faltado coordinación a todos los niveles para agilizar una decisión
que hubiera podido ahorrar miles de dólares, opina el funcionario,
quien reconoce como un hecho el déficit de arena y antracita en el
territorio, elementos que pudieran haber sido sustituidos por la
zeolita producida en la cercana Planta de Tasajera, municipio de
Ranchuelo, por demás de excelente calidad.
"Aquí tenemos, por ejemplo, la potabilizadora de Cerro Calvo,
requerida de un mejoramiento en su sistema de filtrado debido a los
años que tiene de explotación", explica; sin embargo, carecen de los
minerales convencionales para hacerlo, y no pueden recurrir a la
zeolita, en tanto no se decida su generalización por parte del
organismo rector de esta actividad.
Héctor Bu Martín, jefe de la planta potabilizadora de Palmarito,
una de las que abastece de agua a Santa Clara, explica que, aunque
el desgaste de arena y antracita no resultan significativos, hace
más de cuatro años no pueden reponerse las pérdidas por carecer de
esos minerales.
Lo probado
por la ciencia
La factibilidad de utilizar la zeolita en las potabilizadoras,
como un sustrato para filtros de tratamiento de agua, ha sido
investigada por reconocidos especialistas de varias instituciones de
la nación, quienes han demostrado la fiabilidad de este mineral en
el mencionado propósito, sin que se afecte en lo más mínimo la
calidad del agua que consume la población.
El geólogo Orel Pérez García, especialista de la Empresa
Geominera del Centro, explica algunas de las bondades del llamado
mineral del siglo, capaz de aportar mejores indicadores de color, pH
y alcalinidad que la antracita y la arena sílice, entre otros
minerales empleados en el proceso, además de disminuir el índice de
bacterias en el líquido.
Añade que otra de las ventajas de la zeolita es que propicia un
menor uso de reactivos químicos, como el sulfato de Aluminio
(Alúmina), empleado en la clarificación del agua, además de ser muy
efectiva en la remoción de microorganismos patógenos y algunos
contaminantes inorgánicos como los nitratos.
Otra facilidad, según el ingeniero, es que los mismos filtros
llenos con zeolita son capaces de procesar entre 1,5 y 2 veces mayor
volumen de agua que cuando están cargados con arena.
Significativo ha sido el estudio realizado durante casi diez
años, por parte de algunos miembros del colectivo de Ingeniería
Ambiental de la Facultad de Ingeniería Química del Instituto
Superior Politécnico José Antonio Echeverría, quienes han ejecutado
trabajos a escala de laboratorio y pruebas en planta, encaminados al
uso de la zeolita natural cubana como floculante y material
filtrante.
Ellos han demostrado que la zeolita natural cubana de diferentes
yacimientos como Jaruco, en Mayabeque; Tasajera, en Villa Clara y
San Andrés, en Holguín, puede emplearse como filtrante del agua,
además de comprobar que el mineral no aporta ningún elemento dañino
a la salud.
Otra evidencia es el incremento del tiempo de servicios de los
filtros, trayendo consigo una disminución en el consumo de agua de
contralavado, según expresó el geólogo Pérez García.
Por su gran porosidad, el llamado mineral del siglo aventaja a la
arena sílice y a la antracita para su uso en las potabilizadoras, a
lo que se suma el hecho de su obtención nacional. Entonces, ¿qué ha
impedido que se "filtre" su generalización? ¿Podemos seguir
observando impávidos cómo la inercia anula la aplicación de la
ciencia? |