WASHINGTON, 8 junio.— El designado por el presidente Barack Obama
como próximo embajador de Estados Unidos en Afganistán, Ryan Crocker,
admitió hoy que para desmantelar a la red terrorista Al Qaeda falta
aún mucho por hacer.
"Todavía queda mucho trabajo por hacer contra Al Qaeda para que
nunca más nos amenace desde Afganistán", reconoció Crocker, durante
su audiencia de confirmación en el Comité de Relaciones Exteriores
del Senado, donde calificó de "frágil y reversible" el progreso de
Estados Unidos en ese país centraoasiático.
"Hemos hecho un progreso significativo, pero este aún es frágil y
reversible", señaló quien ha sido fuera embajador de Washington en
cinco países, incluyendo Pakistán, Irak y Líbano.
Las opiniones de Crocker se conocen el mismo día en que fue
divulgado un informe de los demócratas del Senado norteamericano en
el cual se afirma que el gobierno estadounidense ha gastado 18 mil
800 millones de dólares en Afganistán durante una década, el monto
más alto destinado por Washington a cualquier otra nación.
Estados Unidos ha gastado 18 mil 800 millones de dólares en ese
país centroasiático desde 2001, pero "sin una planificación
apropiada Afganistán podría sufrir una depresión económica grave
cuando partan las tropas extranjeras en 2014", advirtió el documento
de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
El gasto al cual se refiere el citado escrito no incluye los
cinco mil 600 millones de dólares mensuales que Washington invierte
en la campaña militar afgana.
La Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional y el
Departamento de Estado norteamericano gastan cada mes 320 millones
de dólares en programas para el desarrollo económico de áreas donde
se ha erradicado el control de los talibanes.
El saliente secretario de Defensa Robert Gates respalda hacer
reducciones graduales de los efectivos para mantener lo más posible
la capacidad ofensiva del contingente estadounidense.
Según Gates, retirar demasiado rápido a los militares pone en
peligro los logros de la coalición encabezada por Estados Unidos en
los últimos 18 meses, después que Obama ordenó un refuerzo de 30 mil
soldados.
Estados Unidos mantiene en territorio afgano unos 100 mil
soldados, de los cuales 90 mil forman parte de la fuerza
internacional dirigida por la Organización del Tratado del Atlántico
Norte, que comanda unos 132 mil 400 militares.
Los restantes 10 mil efectivos del Pentágono actúan de forma
bilateral en operaciones de la denominada lucha contra el
terrorismo.