De casta le viene al galgo, pues su padre también practicaba tiro
en el Ejército: "Mi papá es discapacitado, pero desde pequeño me
llevaba al campo de tiro de Guantánamo y allí comencé en esta
especialidad con 14 años, aunque antes practiqué pelota, atletismo y
boxeo".
Luego de este peregrinar por varios deportes, Grau, de 24
abriles, escaló la pirámide de alto rendimiento hasta asentarse en
la armada elite del tiro deportivo, donde ha impresionado por su
rápido ascenso: "Entreno toda la semana durante la sesión matutina.
Trabajo mucho en el manejo del arma y las posiciones de tiro en
busca de contrarrestar el déficit de municiones, técnicas que hasta
el momento han sido útiles".
En el reciente Torneo Aniversario del INDER, celebrado en la
capital, Grau confirmó sus credenciales y dominó la pistola libre a
50 metros con puntuación de 651,4 y la pistola de aire, especialidad
en la cual acumuló 676,1 unidades (578 en preliminares y 98,1 en la
ronda conclusiva).
Incursionó también en tiro rápido, a la zaga del estelar Leuris
Pupo, quien no dudó en alabar las condiciones del prospecto
antillano: "Creo que es el atleta de mayor proyección en el equipo
nacional. Es muy difícil mantener su ritmo, no para de entrenar,
incluso cuando terminan las sesiones se queda en solitario para
mejorar la técnica y esto tiene premio, pronto puede obtener un gran
resultado".
Grau tiene asegurada su presencia en los Juegos del ALBA del mes
próximo, y es muy probable también su participación en la cita
continental de Guadalajara, donde los criollos intentarán superar el
botín de los Panamericanos de Río de Janeiro’07, cuando obtuvieron
dos medallas de oro, tres platas y dos bronces.