SANTIAGO DE CUBA.— Cuba avanza en el rescate, preservación y
digitalización de su patrimonio documental, para hacer más visible y
asequible al uso público el amplio caudal de información que
atesoran sus archivos.
Martha Ferriol, secretaria general para el Área Iberoamericana de
la Asociación Latinoamericana de Archivos, dijo en esta ciudad que
ya la Isla muestra los resultados del Programa de Conservación de la
Memoria Histórica, creado en 2006 por voluntad gubernamental.
Todos los registros cuentan con los medios informáticos
imprescindibles —aunque insuficientes— para la creación de bases de
datos digitales, que contribuyen a flexibilizar el acceso libre a
esa fuente documental, explicó Ferriol.
La también directora del Archivo Nacional de Cuba agregó que
recientemente se aprobaron lineamientos para la conservación de los
documentos; se actualizaron las normas jurídicas que respaldan su
protección, y está a punto de publicación un manual sobre cómo
proceder en casos de riesgo o desastres.
Asimismo, se insiste en la superación del personal que trabaja en
esas instituciones, y todos los edificios con ese fin en el país han
recibido mantenimiento constructivo en alguna medida.
La colección documental cubana es muy valiosa: en cada provincia
existe un registro que retrata —a través el devenir histórico de la
sociedad y de sus principales actores, e información sobre las ramas
del saber— el accionar de las instituciones gubernamentales y no
gubernamentales.
El Archivo Nacional de la República de Cuba, uno de los primeros
fundados en América Latina, atesora más de 27 kilómetros lineales de
documentos, agrupados en 221 fondos, y los documentos más antiguos
datan del siglo XVI.