El 25 de mayo se celebra la instauración en Addis Abeba, Etiopía,
de la Organización de la Unidad Africana, en 1963, como expresión
del deseo de naciones recientemente independientes de consolidar la
unidad y una paz duradera, basada en el respeto a los derechos
humanos, la buena administración de los asuntos públicos y el
desarrollo sostenible.
En esa parte del orbe, a pesar de que persisten las secuelas de
la esclavitud, el colonialismo y su saqueo desenfrenado, los
conflictos armados y la mano extranjera azuzando cada diferencia, se
lucha por elevar las condiciones de vida de los pueblos, contra la
humillación, contra la desigualdad, la pobreza¼
En esa lucha, la organización regional, devenida Unión Africana
en el 2002, ha llamado la atención mundial sobre los principales
problemas del continente y la necesidad urgente de solucionarlos;
aunque en más de una oportunidad las grandes potencias miren a otro
lado, generalmente donde están el petróleo y el resto de los
recursos, y a África le bombardeen Libia, pese a que su voz más
legítima se alzó para denunciarlo.
Para los cubanos, África es y será parte de lo que somos. Por ese
Continente comenzó nuestra tradición de colaboración, con el envío
de la primera brigada médica a Argelia en los años sesenta. Desde
entonces, de manera sostenida, se ha desarrollado la cooperación
tanto de forma bilateral como a través de la propia UA, y otros
organismos subregionales. Por su parte, las naciones africanas han
apoyado tradicionalmente a Cuba en importantes foros
internacionales, en temas cruciales para nuestro país como la lucha
contra el bloqueo de Estados Unidos.
Por eso, en este día, nosotros también celebramos la concreción
de sus primeros impulsos integracionistas, y denunciamos junto al
Continente a quienes quieren imponerles soluciones postizas y
"occidentales" a desafíos autóctonos.