DAMASCO. — El presidente sirio, Bashar Al-Assad, prometió hoy
impulsar más reformas para satisfacer demandas de sectores populares
descontentos con la realidad del país, pese a que la oposición
mantiene las movilizaciones y anunció nuevas protestas.
Al-Assad asumió ese compromiso durante una reunión con líderes
religiosos, imanes y predicadores de las mezquitas de Deraa, ciudad
convertida en epicentro de las manifestaciones opositoras más
violentas de las últimas semanas, reporta Prensa Latina.
El jefe de Estado anunció reformas en todas las provincias
sirias, luego de que el gabinete dispuso reducir los precios de la
gasolina y los controles sobre los medios de prensa.
El mandatario instó a los religiosos a ejercer su rol de
consolidar la atmósfera positiva en la provincia limítrofe con
Jordania y donde datos de la oposición aseguran que se
contabilizaron cientos de muertos y heridos antes de que el Ejército
sirio desplegara allí sus efectivos.
Testigos afirmaron que el Ejército mantuvo desplegados tanques y
francotiradores en Deraa para impedir actos de desórdenes y
violencia, pero las protestas prosiguieron allí y en otras zonas del
país, incluida la periferia damascena.
Las autoridades, no obstante, consideraron infundadas las cifras
de grupos de derechos humanos de que las protestas iniciadas aquí el
15 de marzo han provocado más de mil muertos, aunque reconocieron
una cifra preocupante que atribuyen a bandas terroristas armadas.
Los dirigentes religiosos dijeron a la agencia estatal de
noticias SANA que la reunión con Al-Assad fue espontánea, vital,
eficaz y transparente, además de que abordó el rol de los ulemas e
imanes de mezquitas en la preservación de la seguridad y estabilidad
de Siria.
El presidente llamó a acabar con la sedición y fortalecer la
unidad nacional, al tiempo que prometió compensar a los damnificados
y pedir cuentas a quienes se involucraron en hechos violentos,
comentó el director de Asuntos Religiosos de Daraa, jeque Moammar
Shahadat.
Por otro lado, la jefa del Departamento de Derecho Internacional
de la Facultad de Derecho de la Universidad de Damasco, Amal Yazeji,
avaló las críticas del Gobierno a la Unión Europea (UE) y Estados
Unidos por imponer sanciones a al-Assad y a otros funcionarios de su
entorno.
No hay ninguna provisión legal que permita a un país tomar tales
decisiones contra otro, en tanto no tienen derecho a imponer una
tutela , apuntó la catedrática al indicar que se trata de una
interferencia en los asuntos nacionales de Siria .
El canciller sirio, Walid Al-Moallem, también denunció el lunes
que Washington y la UE se propusieron practicar la presión política
sobre Damasco para que cambie su postura de apoyo a los movimientos
de resistencia árabes y la causa palestina.
Para Yazeji, esa actitud es totalmente inaceptable en términos de
las relaciones entre los Estados.