Adquirir estos productos ya no significa sumergirse en la
confección de innumerables documentos "legales" que, en muchos
casos, facilitaron la corrupción y el favoritismo hacia algunos
"elegidos" que no siempre coincidían con los más necesitados.
"Antes no podía ni pensar en reparar o ampliar mi casa. Aunque
ahorrara para comprar materiales era imposible hacerlo legalmente
sin una asignación del Instituto de la Vivienda. Eso ya no es
necesario", comenta Tania Méndez, pobladora de la provincia de
Mayabeque, mientras supervisa el cargamento de gravilla que acaban
de facturarle en el punto de venta de San José.
Y aunque para algunas familias significó una preocupación el
aumento de los precios, tampoco eso se ha dejado descuidado. Este
año debe comenzar a implementarse un procedimiento para ayudar a los
núcleos de menos ingresos a solucionar sus problemas más apremiantes
relacionados con la vivienda, para lo cual se tendrán en cuenta los
análisis que sobre su situación se realicen en los municipios.
De esta forma, en vez de proporcionar materiales subsidiados a
todos por igual, se otorgarán facilidades como créditos bancarios o
subvenciones monetarias para que accedan a los materiales al mismo
precio de venta.
Mas, a pesar de los buenos propósitos de este proyecto, su
implementación se ha caracterizado por desajustes iniciales y
lamentablemente tienen lugar irregularidades que, con más o menos
matices, frenan la obtención de mejores resultados.
Diversos especialistas en el tema definen esta primera etapa como
un periodo de ordenamiento de la actividad pues la venta se inició
sin tener garantizados la totalidad de los contratos, fichas de
costo, estudios de mercado¼ lo que de cierta manera provocó un
impacto negativo en la oferta de estos insumos, afirman.
"La medida no implicaba solo tomar una decisión, para
materializarla fue necesario, primero, firmar unos 600 contratos en
todo el país con diferentes productores, proceso en el cual
empleamos alrededor de dos meses", asegura a Granma Odalis
Escandel, viceministra del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN).
"Además, con esta experiencia comenzó un cambio de estructura a
partir de enero y por primera vez las empresas municipales de
comercio firman contratos directamente con los productores, proceso
que no se preparó con la suficiente anticipación. Armonizar el
trabajo de proveedores tan diversos es un poco complicado, entre
ellos tributan los ministerios de la Industria Sideromecánica, de la
Construcción, de la Industria Ligera, de la Industria Básica,
también productores como las empresas PROVARI y Escambray y otros,
entre los que se incluyen materias primas o artículos de
importación", argumenta.
Sin embargo, muchas de las decisiones que esta vez se tomaron
sobre la marcha pudieron preverse con mayor antelación por parte de
especialistas y directivos, lo cual condujo a que el programa no
tuviera una "buena arrancada". De no ser así, cómo explicar entonces
la existencia de productos en los puntos de venta para los cuales
los administradores no tenían precios oficiales, por solo citar un
ejemplo.
En un establecimiento del municipio de San José, en Mayabeque, en
el momento de nuestro recorrido se mostraban desde hacía siete días,
y junto a otros materiales, una gran cantidad de mosaico tres capas
para el que no había llegado precio. "Así me ha sucedido en
ocasiones anteriores con otros productos, pero solo demoran sin
precio un día o dos", explica el administrador del centro comercial
La Esperanza.
Una situación parecida apreciamos en un punto de venta del
municipio del Cerro, provincia de La Habana, donde se exhibían un
grupo de losas hexagonales que también llegaron sin precio, afirmó
su administrador.
Y aunque para algunos este parece ser "un problema menor", lo
cierto es que tal realidad transmite a la población una imagen de
desorganización e indisciplinas que deja mucho que desear de esta
experiencia que no tiene por qué nacer deformada.
¿Está obligado un administrador a recibir un producto con una
factura sin precio?
"No, cada producto tiene que llegar con el precio en su factura.
De no ser así, el administrador no puede recibirlo", asegura Bárbara
Acosta, viceministra de Comercio Interior.
Y justamente con las losas hexagonales sucedió algo curioso: en
algunos municipios de la capital sí habían recibido precio para este
producto y en otros no. Al respecto, la Viceministra refiere a
Granma:
"Si la lista de precio no está en el punto, si un producto tiene
un precio diferente al oficial, si se recibe un material sin precio¼
todos estos elementos constituyen violaciones, y fundamentalmente
una indisciplina e irresponsabilidad de la empresa de comercio a la
que está subordinado el punto de venta. Inmediatamente que la Gaceta
Oficial publica la lista de precios para algún producto, nosotros
como Ministerio damos las indicaciones nacionales, pero en el
territorio tienen la responsabilidad de hacer llegar a cada punto de
venta estas indicaciones".
¿Es solo encargo de las empresas de comercio municipal velar por
que se cumpla lo establecido? ¿Dónde queda el papel de control y
fiscalización de las instituciones provinciales y los ministerios
rectores? ¿Por qué esperar el inicio de la comercialización para
formar el precio de productos comunes? (Continuará)
Los puntos de
venta de materiales de la construcción
Los puntos de venta
de materiales de la construcción están distribuidos en el
país de la siguiente forma: 721 en Mercados Industriales (MAI),
281 se crearon en los rastros que ya existían como parte del
sistema de vivienda y fue necesario habilitar otros 163
locales, pues en algunos territorios no existían.
En este sentido se
requiere llamar la atención sobre la necesidad de
incrementar los puntos de oferta en áreas rurales y así
lograr un mayor equilibrio en las ofertas territoriales, lo
cual contribuye a promover la edificación de viviendas
también en estas zonas.
Según datos
ofrecidos por el Ministerio de Comercio Interior, las
provincias con menores niveles de venta al finalizar el mes
de abril, fueron Guantánamo, Cienfuegos y Las Tunas. Las que
más vendieron en igual fecha fueron Mayabeque, Villa Clara,
Holguín y el Municipio Especial de Isla de la Juventud.
Hoy los productos
más solicitados son los bloques y los áridos, mientras que
los de más lento movimiento corresponden a celosías,
balaustres, losas hexagonales, ladrillos de barro y cemento
cola. |