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La Unión Europea (UE) adoptó hoy nuevas sanciones contra Irán, al
incluir en una lista negra a un centenar de entidades y a varias
personas de ese país por su supuesta vinculación con el programa
nuclear.
Las restricciones fueron adoptadas por los ministros de Asuntos
Exteriores de la UE, reunidos en esta capital, quienes consideran
insuficiente la respuesta de Teherán a la última propuesta de
intercambio de combustible presentada por Catherine Ashton, jefa de
la diplomacia europea.
Ashton, en nombre del llamado Grupo 5+1 (los miembros permanentes
del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania), encabeza el
diálogo sobre el controvertido tema, retomado a inicios de diciembre
último en Ginebra, tras 14 meses de estancamiento.
La República Islámica insiste en entablar con el G5+1 un debate
multilateral para analizar y solucionar varios asuntos mundiales,
mientras las potencias, por intermedio del Organismo Internacional
de la Energía Atómica (OIEA), pretenden enfocarse sólo en el
programa nuclear de esta nación.
Entre los afectados por las medidas adoptadas hoy en Bruselas
figura el Banco de Comercio Euro-Iraní, con base en Alemania, y
otras filiales de empresas del estado persa asentadas en Europa que
podrían estar implicadas en el proyecto, según fuentes diplomáticas.
Los nombres de las sociedades y de las personas sancionadas se
conocerán en los próximos días, cuando la decisión entre en vigor,
luego de ser publicada en el Diario Oficial de la UE.
Por otra parte, los Veintisiete decidieron levantar las
restricciones de viaje impuestas al ministro iraní de Asuntos
Exteriores, Alí Akbar Salehí, con el supuesto fin de facilitar las
negociaciones con el G5+1.
Con anterioridad, la UE adoptó otras disposiciones contra Teherán
relacionadas con la exportación de equipos y tecnologías para la
refinación, exploración y producción de gas natural.
Las medidas de la mancomunidad fueron más allá de las adoptadas
por el Consejo de Seguridad de la ONU contra Irán, en su intento de
castigar al país islámico por persistir en el desarrollo de su
programa nuclear con fines pacíficos, como declara el Gobierno.