Comprobada la pobre respuesta del bloqueo en el primer partido de
preparación, se insistió en ese aspecto durante el entrenamiento y a
pesar de caer otra vez por 3-1 en el segundo choque, los marcadores
resultaron más cerrados: 25-22, 19-25, 25-23, 25-20.
Los caribeños recibieron el balón sosegados, en tanto los dos
centrales novatos, Dariel Albo y Yasser Perdomo, jugaron sueltos,
aunque con el déficit lógico de quienes van aprendiendo los detalles
de la posición: desplazarse rápido para agrupar en la net, no abrir
los brazos al bloquear, y entrar al ataque anticipándose a la bola
para no golpearla con la punta de los dedos.
Desencantó el opuesto Fernando Hernández, anulado por los
gigantes balcánicos, por lo que en el mismo primer set cedió su
puesto a Rolando Cepeda, mientras el mayor peso ofensivo recayó en
el auxiliar Henry Bell y el capitán Wilfredo León.
Cuba llevó un ritmo bastante parejo en las acciones, perdió solo
tres saques por parcial y no se desorganizó como en el debut. En
este aspecto ayudó el acomodador Yoandri Díaz, quien varias veces
dejó plantada a la defensa rival con sus fintas.
El partido tuvo tal nivel que en la cuarta manga varios de los
estelares búlgaros estaban al borde de la explosión, entre ellos su
capitán Vladimir Nikolov, quien a sus 33 años conserva maña y
fuerza, pero no la facultad de responder de forma sostenida a un
contrario veloz.
Hoy será el último compromiso entre ambas escuadras, antes de su
estreno en la Liga Mundial el 28, frente a Sudcorea los antillanos y
ante Alemania los búlgaros.