BUENOS AIRES, 9 mayo.— El cardenal argentino Jorge Bergoglio será
citado a declarar como testigo en el juicio sobre la presunta
existencia de un plan sistemático de robos de bebés durante la
última dictadura militar, se supo hoy aquí.
La resolución la adoptó el Tribunal Oral en lo Federal 6, al
hacer lugar a un pedido formulado por el fiscal Martín Niklison y el
abogado Alejo Ramos, representante de un grupo de Abuelas de Plaza
de Mayo.
El reclamo de Niklison y Ramos, dijo la agencia de noticias Télam,
se basó en los dichos de Estela de la Cuadra, hija de una de las
fundadoras de Abuelas, quien lo entrevistó para que intercediera en
la búsqueda de su sobrina nacida en un centro clandestino de
detención.
La presidenta del Tribunal, María del Carmen Roqueta, dijo que se
le librará oficio a Bergoglio para que éste manifieste si se
presentará allí o declarará en los términos previstos en el artículo
250 del Código Procesal.
Dicha norma establece que no estarán obligados a comparecer a las
audiencias orales y públicas determinados funcionarios nacionales y
provinciales y altos dignatarios de la iglesia, quienes podrán
hacerlo por escrito respondiendo las preguntas que quieran hacerle
las partes.
En noviembre último el arzobispo de Buenos Aires y Primado de
Argentina fue llamado a declarar ante el Tribunal Oral Federal 5 en
la causa que investiga la desaparición de dos sacerdotes jesuitas, y
lo hizo en su despacho de la Curia Metropolitana, contiguo a la
Catedral.
Entonces, el abogado querellante Luis Zamora lamentó que
Bergoglio mintiera y se mostrara reticente al prestar su
declaración.
El juicio por la existencia de un presunto plan de apropiación de
bebés nacidos cuando sus madres estaban en cautiverio ilegal durante
la última dictadura militar comenzó el 28 de febrero pasado.
En la causa están involucrados los exdictadores Jorge Rafael
Videla y Reynaldo Bignone y el exgeneral Santiago Omar Riveros; el
excapitán de la Armada Jorge El Tigre Acosta, el exalmirante Antonio
Vañek y el exprefecto Jorge Antonio Azic.
Además, el exmarino Rubén Franco y el médico de la Escuela de
Mecánica de la Armada (ESMA) José Luis Magnacco, todos imputados por
34 casos de robo de bebés cometidos en la maternidad clandestina de
esa institución, en Campo de Mayo y en otros centros encubiertos de
detención.
Los recién nacidos que eran robados, fundamentalmente en la
maternidad clandestina de la ESMA, se entregaban en adopción a
personas allegadas a los militares, privándolos así de su identidad.
(PL)