El mayor partido opositor nigeriano impugnó ante los tribunales
la victoria del presidente Goodluck Jonathan, por lo que consideró
fraude electoral.
El Congreso para el Progreso de Cambio (CPC) solicitó repetir la
votación en varias zonas del sur del país donde hubo un elevado
apoyo a Jonathan.
La elección debe ser transparente, libre y justa, señaló el
presidente del CPC, Tony Momoh al presentar la demanda.
Sin embargo, la mayoría de los observadores consideraron a los
comicios como los mejores desde el retorno de la democracia al país
en 1999.
Antes, imperaba el fraude electoral, asalto a los colegios y las
violaciones de las cedulas de votación, señalaron.
Muhammadu Buhari obtuvo 32 por ciento de los votos, contra 59 por
ciento de Jonathan.
Esos resultados generaron disturbios en la zona septentrional de
la nación impulsados por aliados de Buhari, con saldo de más de 500
muertos.
Los resultados avivaron las contradicciones étnicas entre el sur,
de mayoría cristiana, y seguidores de Jonathan, y el norte musulmán
aliado a Buhara.
La violencia también responde a flagelos como la pobreza y la
marginalidad, más acentuada en la zona norte del país y marcadas
diferencias culturales, étnicas y lingüísticas entre un extremo y
otro del país, reportó Prensa Latina.