ISLAMABAD. — El gobierno pakistaní consideró este lunes absurdas
las acusaciones de complicidad e incompetencia hechas contra sus
fuerzas armadas y el servicio de inteligencia, a raíz de la
presencia en el país islámico de Osama Bin Laden.
Rechazamos de forma enfática esas acusaciones, aseveró el primer
ministro Yousuf Raza Gilani, al hablar en el Parlamento sobre la
incursión del lunes pasado de un comando estadounidense en
territorio pakistaní para matar al líder de Al Qaeda.
Según Gilani, su gobierno tiene plena confianza en los militares
y en los servicios de inteligencia pakistaníes.
Gilani anunció, no obstante, que se realizará una investigación
para saber cómo el hombre más buscado del mundo pudo vivir durante
cinco años en la ciudad de Abbottabad, a unos 60 kilómetros de
Islamabad.
Estamos decididos a saber cómo, cuándo y por qué Osama Bin Laden
estaba en Abbottabad, sentenció.
Las autoridades pakistaníes, que se consideran aliadas de
Washington en la lucha contra el terrorismo, enfrentan una lluvia de
críticas, tanto por su aparente indefensión frente a la incursión
estadounidense, como por no haber detectado la presencia del
terrorista dentro de su territorio.
El ministro del Interior de Pakistán, Rehman Malik, admitió este
lunes en entrevista con un medio de prensa árabe que hubo fallos de
inteligencia, pero negó que estuvieran protegiendo a Bin Laden.
Fue un fallo de inteligencia, lo cual a veces sucede, pero le
aseguro a nuestros aliados que (Bin Laden) no estaba protegido por
ninguna agencia gubernamental, aseveró el funcionario.
Malik también descartó la renuncia de algún alto miembro del
Gobierno o del Ejército, tal y como han pedido algunos opositores, y
el excanciller Shah Mahmood Qureshi.
No van a rodar cabezas después de lo de Osama, aseguró el
ministro, quien apuntó que el ataque del 11 de septiembre de 2001
contra las Torres Gemelas de Nueva York también fue por una falla de
inteligencia, y nadie del Gobierno de Estados Unidos fue obligado a
renunciar por esa razón.