Solo en los últimos 20 años, lapso en el que nacieron 199 866
infantes en Villa Clara, debieron recibir atención médica en ese
lugar, 21 556 niños, quienes estaban aquejados de enfermedades
cardiovasculares, malformaciones congénitas, infecciones
respiratorias, bajo peso al nacer o eran fruto de partos pretérminos,
entre las razones más frecuentes del ingreso, según expresó la
doctora Reina González, neonatóloga del centro.
De acuerdo con cifras obtenidas en el Departamento de
Estadísticas de la institución, del total de asistidos en ese
periodo, el 97,5 % salvó su vida gracias a los desvelos del personal
que allí labora, y a los valiosos equipos y medicinas adquiridos por
la Revolución con el objetivo de impedir la muerte de un solo niño.
Para la doctora González, este logro no es casual, sino fruto del
trabajo mancomunado de muchas personas, quienes comienzan a laborar
desde el propio salón de parto, donde está situada una enfermera
neonatóloga y personal médico especializado, los que al menor
síntoma indican el traslado del recién nacido hacia la Sala de
Cuidados Neonatales, muchas veces con el apoyo del Sistema Integrado
de Urgencias Médicas (SIUM).
Puedo afirmar que la mayoría de los niños reciben algún tipo de
servicios neonatológicos, desde aquellos que padecen enfermedades
más leves, hasta quienes requieren de cuidados intensivos, afirmó la
doctora Rokselys Vigo Rodríguez, directora del Materno de Santa
Clara, quien destaca que la institución cuenta en la actualidad con
55 camas para este tipo de emergencias.
En esta sala, el índice ocupacional resulta muy alto debido a que
todos los niños nacidos ya sea en Remedios, Placetas, Sagua o Santa
Clara, y que requieran de cuidados intensivos neonatales vienen a
este lugar, donde los espera un colectivo que ha hecho de esta
profesión el sentido de su vida, aseguró la directora.
Integrada a los cuidados neonatológicos se encuentra la sala de
recuperación nutricional, cuyo objetivo es lograr el peso idóneo en
el menor, de 2 300 a 2 500 gramos. Para este fin, el niño es
separado del resto, con el propósito de que reciba una alimentación
esmerada, a base de leche materna.