Actualizado 10:00 a.m. hora local

Liga Árabe acoge reunión sobre Libia, sin
vislumbrarse solución

Representantes árabes, africanos, europeos y de organismos internacionales iniciaron este jueves en El Cairo otro debate dirigido a resolver la crisis en Libia, aunque sin vislumbrarse solución, tomando en cuenta la agenda y los oradores.

Auspiciado por la Liga Árabe (LA), el encuentro de este jueves se volcó a explorar vías para una salida al conflicto armado del Estado norafricano desde posiciones contrapuestas de la Unión Africana (UA) y otros bloques favorables a presionar militarmente a Muamar el Gadafi.

Seguida del fracaso de una gestión mediadora emprendida por cinco presidentes africanos y de la reunión del llamado Grupo Internacional de Contacto sobre Libia (GICL), la cita se propuso la difícil tarea de trabajar juntos con una sola voz, un equipo por un arreglo viable.

Así lo expresó en la apertura el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien encabezó los debates junto con sus similares de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), Ekmeleddin Ihsanoglu, y de la LA, Amr Moussa, este último optimista en soluciones políticas.

Moussa abogó por discusiones constructivas en aras de salidas según dijo- acorde con el espíritu de la reunión del GICL realizada ayer en Doha, aunque se mostró partidario de un cese del fuego y afirmó que la crisis libia es humanitaria.

Igualmente, asisten el presidente de la Comisión Africana, Jean Ping, y la alta representante de Política Exterior de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, todos interesados en definir pasos para frenar la violencia de las tropas leales a El Gadafi y de la oposición armada.

Diplomáticos árabes vaticinaron a Prensa Latina un alcance muy estrecho a la reunión, dado que se desarrolla apenas 24 horas después de que el GICL aprobó suministrar material no letal a los rebeldes y financiarlos a partir de fondos congelados a El Gadafi.

Ese grupo insistió también en que el líder libio tiene que renunciar al poder y abandonar su país junto con sus hijos, decisiones que el Gobierno de Trípoli calificó, en ese orden, de piratería y de cruzada imperial e injerencia.

Ashton, que llegó anoche a El Cairo, y Ban, quien viajó desde Doha tras asistir a la cita del GICL, mantienen el discurso favorable a una solución del contencioso, pero al igual que los árabes ven necesarios los bombardeos de la OTAN y la ayuda material a los alzados.

De acuerdo con las fuentes diplomáticas, la reunión podría, sin embargo, resultar significativa en términos de ampliar y consolidar el respaldo político de países vecinos (árabes y africanos) al Consejo Nacional de Transición (CNT), que tiene su sede en Benghazi.

Hasta ahora Catar es el único de los restantes 21 países árabes que reconoció a los opositores del CNT como representantes legítimos del pueblo libio, después de que lo hicieron Francia e Italia.

Durante una reunión urgente realizada en marzo, el ente panárabe acordó, supuestamente por unanimidad, proponer al Consejo de Seguridad de la ONU la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia para proteger a los civiles de los ataques del Ejército de Trípoli.

 

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