Las autoridades colombianas decretaron hoy alerta máxima en el
suroeste del país ante las crecidas de siete ríos, uno de los cuales
inundó un municipio completo y dejó más de 21 mil personas
afectadas.
El director de Gestión de Riesgo, Carlos Iván Márquez, dijo que
tomaron la medida con vistas a organizar el plan de emergencias en
las comunidades cercanas a los cauces del Palo, La Paila, Cauca,
Guangué, Páez, Tominío y Micay en el departamento de Cauca.
En el municipio López de Micay, el río homónimo se desbordó y
anegó toda la localidad en la madrugada del miércoles.
Márquez precisó que la Cruz Roja nacional y grupos humanitarios
trabajan con el Gobierno en la atención a los evacuados.
Otras 11 provincias colombianas están bajo alerta por las
intensas lluvias asociadas a la presente ola invernal, que
continuarán hasta mayo y, según el Instituto de Hidrología,
Meteorología y Estudios Ambientales, duplicaron el promedio
histórico mensual.
De acuerdo con estadísticas de Gestión de Riesgo, las
precipitaciones registradas en abril tienen un saldo de 15 muertos,
13 de ellos por aludes de tierra, 12 heridos y 10 mil 630
damnificados.
Además, ocasionaron significativas pérdidas en la infraestructura
y sector agrícola de esta nación suramericana.
Ante esa situación, la Corte Constitucional dio luz verde a la
propuesta estatal de inyectar 400 mil millones de pesos colombianos
(más de 220 millones de dólares) al presupuesto anual para
situaciones provocadas por desastres.
El ente judicial aprobó un decreto que exige a los contratistas
estatales poner sus maquinarias y demás herramientas técnicas al
servicio de la recuperación en las áreas más golpeadas por las
catástrofes.
Eliminó, asimismo, el cobro de la tarifa fija para el uso de
teléfonos móviles en las zonas afectadas.
Colombia registra dos temporadas de lluvias al año, una de abril
a junio y la otra de octubre a diciembre.
Pero los primeros aguaceros de 2011 se anticiparon para marzo por
la influencia de La Niña, que produce cambios climáticos por la
llegada de corrientes frías a la costa del océano Pacífico.
Ese fenómeno tuvo su máxima fase de intensidad a finales del año
pasado y coincidió con el segundo período lluvioso, considerado el
más fuerte de las últimas cuatro décadas.
Desde mayo de 2010 hasta la fecha, suman 376 las personas muertas
y 2,8 millones las damnificados por las precipitaciones en Colombia,
reportó Prensa Latina.