Al
cierre de febrero laboraban 64 063 mujeres en las Cooperativas de
Producción Agropecuaria y en las de Crédito y Servicios. Tal
incremento en el número de asociadas, sin cubrir aún las
aspiraciones, obedece a uno de los acuerdos del X Congreso de la
Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP).
La información, suministrada a Granma por dirigentes de la
organización que atienden ese movimiento, señala que la mayor
presencia femenina se localiza en las CCS, al sumar nacionalmente 50
976 las incorporadas.
A la par aumentan las cooperativas que tienen en sus nóminas,
como promedio, 23 mujeres o más, en lo cual llevan una notable
ventaja las 1 432 CCS con una favorable presencia femenina en
producciones fundamentales.
Este resultado es el fruto de una labor conjunta entre la ANAP y
la Federación de Mujeres Cubanas, y abarca casi la totalidad de las
tareas agropecuarias. La provincia de Artemisa, con más de 26
mujeres por cooperativa, es la más destacada del país en este
análisis que llega hasta el 28 de febrero.
Villa Clara sobresale por el total de mujeres integradas a los
sectores cooperativo y campesino, al reportar 7 231 féminas
dedicadas a faenas de la agricultura.
Paso importante lo constituye el creciente número de mujeres que
ocupan responsabilidades en todas las estructuras; de las 203 en
cargos de dirección, 64 lo hacen en las CPA y 139 en las
Cooperativas de Crédito y Servicios.
El crecimiento básico se nutre de la incorporación a labores
agrícolas de las 11 249 beneficiadas por el Decreto-Ley 259.
Esta composición enriquece la presencia femenina en las juntas
directivas, en los consejos de administración y en los comités
municipales y provinciales de la ANAP.
Uno de los elementos críticos debatidos en el congreso campesino
fue el débil trabajo que se realizaba para sumar a esposas e hijas
de campesinos usufructuarios. Se insistió en las transformaciones
que deben operarse en las cooperativas incapaces de crear fuentes de
empleo para la mujer del campo.
Los avances, todavía modestos, tienen como guía la estrategia
elaborada por la ANAP y la FMC para que ninguna compañera apta quede
sin estar asociada.
Para acercarse este año a las 100 000 mujeres en las CPA o CCS es
imprescindible redoblar los esfuerzos de las partes involucradas en
este programa. El compromiso es difícil pero no imposible.