MÉXICO, 5 abril.— Unos 138 millones de dólares en tecnología
agrícola invertirá la Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), para lograr la
soberanía y suficiencia alimentaria en México, anunció hoy el
presidente Felipe Calderón.
A través del programa Modernización Sustentable de la Agricultura
Tradicional (MasAgro), la Sagarpa y el Centro Internacional para el
Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt) conjuntamente con
instituciones de investigación mexicanas realizarán diversas
acciones para aumentar las producciones de estos cultivos.
De acuerdo con las autoridades del sector, este proyecto está
llamado a ser una de las principales políticas públicas impulsada en
los últimos años para revitalizar la agricultura campesina y
asegurar el desempeño de los principales cultivos de los cuales
depende la seguridad alimentaria del país, dijo PL.
Para ello se trabajará en el mejoramiento genético de semillas
capaces de adaptarse a escenarios de escasez de agua, desgaste del
suelo y exceso de humedad, así como en reactivar la capacidad de
transferencia de tecnología en México y potenciar las capacidades
productivas.
Durante el acto de presentación del programa ocurrido hoy en
Texcoco, Estado de México, las autoridades precisaron que entre los
objetivos del mismo sobresale la posibilidad de compartir con la
comunidad internacional el conocimiento que posee México en la
diversidad genética del maíz y el trigo.
Mediante acciones a corto, mediano y largo plazos, MasAgro busca
generar capacidades en los pequeños agricultores de maíz y trigo
para elevar la producción de estos cultivos, claves para la dieta de
los mexicanos, en un período de 10 años, además de hacer frente a
los efectos del cambio climático.
Según cifras oficiales, el rendimiento actual promedio del trigo
en México es de 1,5 toneladas por hectárea, cifra que pudiera
superar las seis toneladas con la aplicación de buenas prácticas
agrícolas.
El mandatario mexicano precisó que el programa responde a la
necesidad de producir más alimentos y dotar de herramientas
científicas a los agricultores más pobres que no tienen acceso a
tecnologías modernas ni mercados funcionales, además de fortalecer
la ciencia y beneficiar al consumidor.