El presidente Abdoulaye Wade llamó a los rebeldes de la región de
Casamance (sur) a la unidad, la paz y la concordia nacional, en su
discurso por el aniversario 51 de la independencia de Senegal.
"Nos gustaría, una vez más, reafirmar mi firme voluntad de
proseguir sin descanso los esfuerzos en curso para una solución
pacífica y duradera de la crisis en Casamance", declaró el
mandatario durante una alocución televisada a todo el país.
El estadista aseguró a los rebeldes del separatista Movimiento de
las Fuerzas Democráticas de Casamance (MFDC) que eventualmente
venían deponiendo las armas, que el Gobierno tomó todas las medidas
necesarias para garantizar su seguridad y facilitar su reinserción
económica y social.
A quienes persisten en la rebelión -advirtió- el "Estado
continuará imponiendo con vigor sus prerrogativas de defensa de la
soberanía y de la integridad territorial, una vez que (sobre tales
principios), no hay concesiones posibles de hacer".
Por lo menos 19 soldados senegaleses y un número indeterminado de
rebeldes murieron desde diciembre pasado en la zona del conflicto.
Según el Gobierno, la escalada de violencia es el resultado del
apoyo en armas al MFDC.
Las negociaciones entre Dakar y el Movimiento de las Fuerzas
Democráticas de Casamance, dividido en varias facciones políticas y
militares, están en un punto muerto, las últimas se remontan a
febrero de 2005, poco después de la firma en diciembre de 2004 de un
acuerdo de paz.
El Movimiento se presentó en la escena política en 1982, reportó
Prensa Latina.