El Buró de Investigaciones de Accidentes Aéreos (BEA, siglas en
francés) confirmó hoy el hallazgo de cadáveres y piezas del avión de
Air France que se precipitó en el mar el 1 de junio de 2009.
Al mismo tiempo, el BEA adelantó que los familiares de las
víctimas de la catástrofe del vuelo AF447 que cubría el trayecto Río
de Janeiro-París, serán informados el fin de semana, sin ofrecer más
detalles.
Según la fuente, además de partes de los motores, tren de
aterrizaje y partes de las alas del Airbus A330, la cuarta misión de
búsqueda en el océano Atlántico, en una zona próxima a Brasil,
encontró igualmente algunos cuerpos sin vida.
No se precisó la cantidad de cadáveres descubiertos por los
submarinos que participan en la labor y que los fotografiaron, al
señalar que de momento es difícil determinar la cifra.
Las 228 personas a bordo del avión perdieron la vida sin que
hasta ahora se conozca con exactitud las causas de la catástrofe
aérea. Varias hipótesis se manejan, relacionadas con una intensa
tormenta y el fallo de los controles de velocidad.
El BEA realizó anteriormente tres pesquisas en misiones de alto
costo para intentar encontrar las cajas negras, pero sólo en este
cuarto intento es cuando parecen aflorar resultados alentadores y
pudieran incluso hallarse las cajas negras.
La nueva labor de búsqueda es financiada por Air France y Airbus,
a un costo de alrededor de 12,5 millones de dólares, que se suman a
los 28 millones de dólares invertidos en las investigaciones del
pasado.
En marzo, un juez francés interpuso cargos preliminares de
homicidio involuntario contra Air France y el fabricante del avión,
Airbus, reportó Prensa Latina.
El BEA advirtió que las labores en estos momentos son igualmente
minuciosas y pacientes, y pudieran extenderse hasta julio. Se
requisa un área de 10 mil kilómetros cuadrados, a varios cientos de
kilómetros de la costa nororiental de Brasil.