La decisión se tomó ocho meses después del caso de la campeona
mundial surafricana de 800 metros Caster Semenya, quien fue
suspendida por dudas sobre su sexo, ya que presentaba rasgos
masculinos.
Según el acuerdo, atletas con un nivel extremadamente alto de
hormonas masculinas, que le pueden significar una ventaja frente a
sus otras rivales, podrán ser en el futuro excluidas de las
competencias.
En ese caso, se deberán informar las causas para que la
deportista pueda someterse a un tratamiento.
Mientras se estén llevando a cabo los análisis, cada Federación
deberá decidir si la atleta puede presentarse a la competencia, dijo
el presidente de la comisión médica del COI, Arne Ljungqvist.
La determinación final sobre este asunto podría conocerse a
principios de julio durante la asamblea general del COI en Durban,
Suráfrica.