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Play off de la 50 Serie
Más reñidos que nunca
SIGFREDO BARROS
Seis juegos ganados por una carrera y otros tres por dos. La
mitad de los enfrentamientos decididos en el séptimo partido. Así de
reñidos fueron los cuartos de finales de la 50 Serie Nacional, que
permiten avizorar unas semifinales peleadas hasta el último out, con
tres equipos que nunca han subido a lo más alto del podio.
Roger
Machado recibió con los brazos abiertos la victoria sobre los
Naranjas.
Ninguno de los cuatro contendientes era favorito cuando
comenzaron las hostilidades. A Cienfuegos se le achacaba haber
triunfado en un solo desafío ante los Vaqueros el pasado año. Granma
y Pinar se quedaron fuera de la fiesta en la 49 Serie. Y Ciego no
había podido superar el "síndrome naranja" en varias ocasiones.
Ahora fueron los Elefantes los que dejaron en una victoria a los
habanistas, en una serie de rompecorazones, con dos partidos de 14 y
15 entradas de duración. Bien por Iday Abreu utilizando su pitcheo
convenientemente, con Duniel Ibarra a cargo de los relevos. Mal por
Esteban Lombillo, trayendo a Miguel Alfredo a cerrar después de una
pésima apertura el día anterior y teniendo a Miguel Lahera fresco.
Los play off —se repite cada año— son borrón y cuenta nueva, cada
juego tiene un gran valor y el tiempo apremia, por lo que es
necesario realizar ajustes de un día para otro cuando las cosas no
salen bien. Eso hizo Roger Machado al advertir que dos de sus
regulares, el receptor Lisdey Díaz y el designado Isaac Martínez, no
rendían lo que de ellos se esperaba. Colocó a Osvaldo Vázquez y a
Rubén Valdés detrás del plato y en segunda, respectivamente, y a
Mario Vega en el puesto de Isaac. Esos cambios, a la postre, le
dieron el triunfo.
Mucho se especula sobre la utilización de Luis Borroto para abrir
el quinto compromiso en el Sandino. Pero cuando el derecho de
Encrucijada abandonó el montículo, el partido estaba empatado. Tres
relevistas utilizados por el mentor Eduardo Martín fracasaron
rotundamente, permitiendo nueve anotaciones. Ese fue el punto de
viraje de esa Serie, rematado por el colapso de la ofensiva Naranja,
blanqueada desde el sexto inning del sexto choque. Trece escones
consecutivos.
PINAR volvió
por sus fueros
Comenzar una porfía de cuartos de finales recibiendo un nocao es
como para desanimar al más optimista. Sin embargo, más allá del 17-7
a favor de los Gallos, la victoria puede considerarse pírrica: que
Ismel Jiménez, su mejor lanzador, no haya podido mantenerse en la
lomita a pesar de una ventaja de 13-0 en el segundo acto, era un mal
presagio, confirmado en el segundo choque cuando Ángel Peña duró dos
tercios en el box.
Considero que el mayor error de la dirección espirituana estuvo
en mantener a Yulieski en el cuarto turno contra viento y marea,
bateando solo 136, cuando se imponía bajarlo al sexto y colocar a
Yenier Bello (terminó promediando 348, con dos jonrones y seis
impulsadas) detrás de Cepeda.
El reverso de la moneda fue Alfonso Urquiola, haciendo un enroque
en el quinto partido (Saavedra, el hombre de los dos jonrones, los
conectó como quinto bate, pues como cuarto no había respondido,
promediando 125 antes del primer cuadrangular). Poner a Peraza
detrás de Donal Duarte fue un ajuste que salió a la perfección.
INDIOS Y ALAZANES NO SE DESBOCARON
A pesar de la reconocida capacidad ofensiva de ambos
contendientes, ni los Indios del Guaso ni los Alazanes se desbocaron
en el marcador. Dos de los siete choques terminaron 2-1 y otros tres
9-6, 4-1 y 7-3. Reñido enfrentamiento, sin duda.
Para mí, lo más llamativo fue ver el manejo del pitcheo por parte
de los guantanameros. Si en este béisbol es tan difícil mantener a
raya la ofensiva, ¿por qué remover de la lomita a un serpentinero
como Yoennis Turcás, que le había colgado siete ceros a la "tanda
del terror" granmense? Y, después, ¿por qué abrir el último juego
con Dalier Hinojosa que, además de cansado, estaba psicológicamente
afectado? El resultado fue catastrófico.
Más allá de aciertos y desaciertos, disfrutamos de un buen
béisbol, jugado a plena capacidad, con entrega total de los
peloteros, quienes mostraron su amor por la camiseta. Las
semifinales, a partir de mañana, seguirán demostrándolo. |