NACIONES UNIDAS. — Por tercera ocasión en una semana, el Consejo
de Seguridad de Naciones Unidas analizará este jueves la situación
en Libia y escuchará un informe del secretario general de la ONU,
Ban Ki-moon, sobre ese conflicto.
La nueva sesión de ese órgano de 15 miembros fue convocada para
las 15:00 hora local de Nueva York (19:00 GMT), cuando el titular de
la ONU debe cumplir con lo estipulado por el duodécimo párrafo de la
resolución 1973 aprobada el pasado jueves. Ese enunciado obliga a
Ban Ki-moon a informar sobre "toda medida adoptada por los Estados
miembros" con respecto a la implantación de una zona de exclusión
aérea en Libia, decidida por el Consejo de Seguridad.
El acuerdo adoptado hace una semana abrió las puertas a una
oleada de ataques de aviones militares de Estados Unidos, Francia y
Gran Bretaña contra objetivos gubernamentales bajo el argumento de
proteger a la población civil del país árabe.
La resolución 1973 fue adoptada con los votos a favor de Gran
Bretaña, Estados Unidos, Francia, Colombia, Líbano, Nigeria,
Portugal, Gabón, Suráfrica y Bosnia y Herzegovina y las abstenciones
de Rusia, China, Brasil, India y Alemania.
En la antesala a su informe de hoy, Ban Ki-moon emitió ayer un
comunicado que condena el "continuado uso de la fuerza en el
occidente de Libia" y llama a un inmediato cese de la violencia y a
cumplir con "la responsabilidad de proteger a los civiles".
Todos aquellos que violaron la ley internacional humanitaria y de
los derechos humanos en Libia tendrán que rendir cuentas, apuntó el
secretario general, quien el sábado pasado participó en una cumbre
europea que dio luz verde a las acciones militares contra Libia.
El pasado lunes el Consejo de Seguridad ignoró una solicitud
oficial del gobierno de Libia para convocar una reunión urgente
dedicada a debatir la agresión militar como una amenaza a la paz y
la seguridad internacionales.
Hace casi un mes el mismo cuerpo aprobó una resolución de condena
contra la violencia en Libia y que decretó un embargo del
suministro, venta o transferencia de armas a ese país.
Además dispuso la inspección de todas las cargas procedentes o
con destino a ese Estado norafricano y prohibió viajar y congeló los
bienes del líder libio Muamar el Gadafi y de un grupo de personas
familiares o vinculadas al gobernante.