EL CAIRO. — El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates,
admitió que nadie puede predecir un "claro final" de la agresión
occidental contra Libia, al tiempo que llamó este jueves a los
militares de Egipto a garantizar una transición pacífica.
"Pienso que hay varias salidas posibles aquí (en el conflicto en
Libia) y nadie está en posición de predecirlas", señaló Gates en El
Cairo, donde también habló de los cambios en este país y de la
crisis política que afecta a Yemen por masivas protestas opositoras.
Según su opinión, un desenlace previsible es que el líder libio,
Muamar El Gadafi, sufra deserciones de militares y políticos de su
entorno de gobierno o dentro de su propia familia.
Agregó que es difícil evaluar las capacidades de los rebeldes
contra El Gadafi -a los que apoyan Estados Unidos y países europeos-
porque los combates ocurren en varias zonas, pero advirtió que
"nadie nunca tuvo la ilusión de que el asalto duraría sólo dos o
tres semanas".
Gates, quien se reunió con el primer ministro egipcio, Essam
Sharaf, y con el jefe de la Junta Militar, Mohamed Hussein Tantawi,
visita por primera vez esta nación árabe desde la caída del gobierno
de Hosni Mubarak por una revuelta popular, el 11 de febrero.
En declaraciones a periodistas, el representante norteamericano
declinó dar una fecha exacta de cuándo Washington traspasará el
mando de la operación para imponer una zona de exclusión aérea sobre
Libia, en base a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
No obstante, consideró que esa transferencia a la OTAN comenzó el
miércoles con el inicio del patrullaje de barcos militares de la
alianza frente a las costas libias para garantizar el embargo de
armas.
"He dicho que la parte norteamericana en esta operación comenzará
a reducirse tomamos la responsabilidad primaria, pero no la
responsabilidad exclusiva de destruir las defensas aéreas (libias),
y pensamos cederla a socios de la coalición", reiteró.
En lo referente a Yemen, donde en la última semana han muerto 52
manifestantes opositores por represión de fuerzas leales al
presidente Ali Abdulah Saleh, Gates dijo que la Casa Blanca no ha
formulado su postura sobre si el mandatario renunciará ni cuándo lo
hará.
"Mientras las cosas estén inestables en Yemen, es demasiado
pronto para predecir un desenlace", comentó para luego puntualizar
que Estados Unidos ha tenido buena relación con Saleh, a quien
describió como "un importante aliado en la lucha antiterrorista".
Por otro lado, Gates valoró con autoridades militares y civiles
egipcias los pasos hacia la democracia y las instó a mantener el
compromiso de una transición calmada, además del rol tradicional en
el proceso de paz de Medio Oriente entre palestinos e israelíes.
Según la agencia oficial MENA, el funcionario prometió a El Cairo
que Washington hará el "máximo esfuerzo" para apoyar su prosperidad,
y elogió el reciente referendo constitucional que allana el camino
para próximas elecciones parlamentarias y presidenciales.