Unas 400 mil personas con tuberculosis mueren cada año en el
mundo por resistencia a fármacos, afirmó este miércoles en la ciudad
de La Habana la doctora Lea Guido, Representante General de la
OPS-OMS en Cuba.
La resistencia antimicrobiana es un problema global, que
concierne a todos, y para detenerlo es necesario la adopción de
políticas unificadas y urgentes.
Estamos hablando de un asunto conocido, que afecta cada vez más,
y si continúa, pone en peligro un logro extraordinario de la
humanidad, un salto de la medicina en la lucha contra las
enfermedades, destacó la experta, reporta Prensa Latina.
En conferencia de prensa, con vistas al Día Mundial de la Salud,
a efectuarse el próximo 7 de abril, Guido enumeró las medidas para
detener la propagación de la resistencia a fármacos; instaurar
normas y procedimientos, contar con organismos reguladores y
laboratorios de referencia.
Señaló que es de vital importancia hacer conciencia en la
población y los pacientes de no automedicarse, ya que esto tiene
consecuencias. Muchos enfermos no cierran el ciclo de prescripción
médica, y esto lleva también al fracaso terapéutico y la resistencia
antimicrobiana, añadió.
Indicó que los gobiernos y ministerios de salud tienen que
desempeñar un papelfundamental para lograr metas y aunque muchas
naciones están ya involucradas, son indispensables acciones
concretas.
Manifestó que Cuba es de los pocos países en desarrollo que tiene
un buró de regulación de control de la calidad, con el que la OMS ha
hecho un trabajo de larga data.
La resistencia a los antimicrobianos se ve facilitada por el uso
inadecuado de medicamentos, lo mismo por la administración de dosis
insuficientes, que cuando no se finalizan los tratamientos.
Los fármacos de mala calidad, prescripciones erróneas, así como
deficiencias en el control y prevención de infecciones también
facilitan la aparición y propagación del problema.
De ahí que el Día Mundial de la Salud, bajo el lema "Si no
actuamos hoy no habrá cura mañana", esté enfocado en hacer frente a
un fenómeno, que de incrementarse pone en riesgo que muchas
enfermedades infecciosas se vuelvan incontrolables y se pierdan los
progresos realizados.