CIENFUEGOS. — La escuela-taller de la Oficina del Conservador de
esta ciudad del centro-sur de la Isla, cuyo centro histórico fue
declarado como patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, califica
hoy a unos 70 operarios en restauración.
Alexis Aguiar, director fundador del plantel en septiembre de
2008, comentó a Prensa Latina que la primera promoción graduó tras
dos años de estudios a los primeros 17 obreros calificados en los
oficios de albañil, yesero, carpintero y vidriero.
Esos jóvenes, desvinculados de cualquier actividad laboral o
educativa antes de entrar al centro, constituyen la mano de obra
especializada para los trabajos de restauración en marcha en el área
del centro histórico de esta ciudad portuaria, 250 kilómetros al
sudeste de La Habana, precisó el directivo.
La demarcación protegida por resolución del Comité de la UNESCO
para el Patrimonio Mundial en el 2005 abarca unas 100 manzanas,
En el presente ejercicio académico cuentan con una matrícula de
70, e incorporaron al plan de estudios las especialidades de
jardinería y forja-soldadura.
La escuela, todavía en pleno proceso de construcción, ocupa en su
mayor parte las ruinas de una antigua fábrica de escobas, aledaña a
la casa-almacén de García de La Noceda, una de las más recias
construcciones civiles del área patrimonial que hospedará a la
Oficina del Conservador.
Para septiembre venidero está prevista la inauguración oficial de
la escuela, apuntó su director.
Aguiar destacó el papel de Cuba Cooperación, entidad que forma
parte del Proyecto Humano de Desarrollo Local, en la financiación de
la inversión, ascendente a medio millón de dólares, aproximadamente.
Como parte de los emisores de la aportación internacional
mencionó en primer orden a la sociedad mercantil francesa SADEV-94 y
la comercial suiza Weltnaver.
En el caso de esta última hace poco contribuyó a la dotación
tecnológica de la escuela con una máquina multipropósito de
carpintería, capaz de realizar seis operaciones, diseñada y
construida en Francia de manera especial para este centro de
enseñanza.
La isla cuenta con un sistema de cinco escuelas de este tipo, el
resto ubicadas en los centros patrimoniales de La Habana Vieja,
Trinidad, Camagüey y Santiago de Cuba.
Aquí los propios educandos participan como ejecutantes de la
inversión, a la vez que practican las habilidades adquiridas en los
diferentes polígonos y talleres del plantel, que lleva el nombre de
Joseph Tantete, un ingeniero militar francés del siglo XVIII.
Tantete tuvo a su cargo las obras del Castillo de Nuestra Señora
de los Ángeles de Jagua, terminada en 1745 para fortificar la
entrada a la bahía de Jagua y que constituye la única instalación
militar del período colonial en el centro de Cuba.