Un militar estadounidense se declaró hoy culpable de asesinato de
tres civiles afganos durante una misión en Afganistán.
Jeremy Morlock, cabo de primera, es el primero de cinco soldados
de la brigada de combate Stryker, de la Compañía Bravo, en ser
procesado por los asesinatos de los civiles y que según admitió fue
por mero placer.
Morlock será también testigo en la acusación contra el jefe del
grupo, el sargento Alvin R. Gibbs.
La corte marcial sesionó en la base militar Lewis-McChord, cerca
de Seattle, estado de Washington, donde es procesado el grupo por
los hechos ocurridos en la provincia de Kandahar (sur).
Morlock, natural de Wasilla, Alaska, se declaró culpable de tres
cargos de asesinato y de las acusaciones de asociación ilícita,
obstrucción de la justicia y uso ilegal de drogas, por lo que puede
recibir una condena máxima de 24 años de prisión.