LONDRES. — Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia acordaron este
miércoles entregar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN) el control de la ofensiva militar para imponer una zona de
exclusión aérea sobre Libia.
La decisión se sobrepuso a la postura del presidente francés,
Nicolás Sarkozy, interesado en disminuir el rol de la OTAN en las
operaciones contra la nación norafricana, destaca la prensa
británica.
En las últimas horas, el presidente estadounidense, Barack Obama,
sostuvo una serie de conversaciones telefónicas con Sarkozy y el
primer ministro británico, David Cameron, con el propósito de
alcanzar el acuerdo.
La postura de Obama es vista por analistas como un intento del
mandatario para evadir las consecuencias y las críticas que le
vendrían encima por una nueva agresión a otro país árabe.
Washington negoció con Londres y París entregar el control
político de la agresión a un organismo separado conformado por los
miembros de la Alianza, incluidos estados árabes que están fuera de
esta entidad.
La avenencia deberá ser ratificada por los 28 países miembros de
la OTAN, cuyos embajadores debaten hace ya una semana el papel del
bloque militar en la agresión internacional a la nación magrebí.
Varios países de la Alianza Atlántica, entre ellos Italia, piden
con fuerza que sea esa entidad la que lleve la supremacía en las
acciones bélicas, con su correspondiente estructura castrense.
El ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini,
advirtió con retomar el control de sus bases militares, desde donde
parten los aviones de la coalición internacional para agredir a
Libia, caso que la OTAN no se ponga al frente.
Los embajadores de los países miembros de la Alianza acordaron la
víspera incorporar sus buques de guerra al intento de hacer cumplir
el bloqueo marítimo aprobado por las Naciones Unidas contra el
estado árabe.