NUEVA
YORK. — La actriz Elizabeth Taylor, uno de los mitos del cine
norteamericano, murió este miércoles, a los 79 años, víctima de una
insuficiencia cardiaca, confirmó su agente Sally Morrison.
Según precisó en un comunicado, Taylor estaba ingresada desde
principios de febrero en el hospital Cedar-Sinai, de Los Angeles
-donde falleció rodeada de sus cuatro hijos-, tras sufrir una crisis
cardiaca.
Famosa por una belleza que le atrajo envidias y devociones, a la
par, no se dejó arrastrar por esa leyenda dorada y sacó a flote un
talento probado en películas antológicas como Quién le teme a
Virginia Wolf, con Richard Burton -entonces su pareja- como
protagonista.
Con una salud frágil desde su niñez, estuvo varias veces al borde
de la muerte, pero logró emerger gracias a una voluntad de hierro y
llevar adelante su carrera cinematográfica, salpicada de algunos
fracasos como el largometraje Cleopatra.
"Mi madre era una mujer extraordinaria que vivió la vida al
máximo, con gran pasión, humor y amor", expresó su hijo Michael
Wilding en un comunicado.
"Aunque su pérdida es devastadora para todos los que estábamos
unidos a ella y la queríamos, siempre nos inspirará su perdurable
contribución a nuestro mundo", añadió.