Unos 2 000 millones de enfermos, un tercio de la población
mundial, se encuentran infectados por el bacilo de la tuberculosis (TB)
y, a nivel global, cada año mueren dos millones de personas, no
obstante la existencia de las herramientas médico-científicas
adecuadas para la cura de esta dolencia.
En conferencia de prensa, vísperas del Día Mundial de la TB el
próximo 24, el doctor Antonio Marrero Figueroa, integrante del Grupo
Nacional de Enfermedades Respiratorias del Ministerio de Salud
Pública, indicó que la tasa que presenta Cuba, 7 por cada 100 000
habitantes, es "muy baja", como resultado del desarrollo de los
sistemáticos programas de control y tratamiento que han venido
realizando las autoridades sanitarias luego del triunfo de la
Revolución en 1959.
En las Américas, dijo, están iniciando el camino hacia la
eliminación de la TB como problema de salud, Estados Unidos, Canadá,
Cuba, Uruguay, Chile y Costa Rica.
Los gérmenes de la TB se liberan al aire cuando una persona con
la afección habla, tose, estornuda o canta, y los síntomas
principales que origina son respiratorios: una tos persistente (por
más de dos semanas), con expectoración a veces con sangre, unido a
manifestaciones generales como fiebre, falta de apetito, cansancio,
pérdida de peso y sudoraciones nocturnas.
Por ello, el comentario familiar de "¡ay, tengo una gripe que no
se me cura!", debe convertirse en una poderosa voz de alerta para
solicitar inmediata asistencia médica.
La estrategia recomendada por la OMS para el control de esta
dolencia, conocida como tratamiento de observación directa (DOTS,
por sus siglas en inglés), en Cuba se aplica desde 1971, donde la
atención médica y los fármacos se administran a los pacientes de
forma gratuita.
El doctor Marrero precisó que la TB resistente a los medicamentos
se origina fundamentalmente como consecuencia de un tratamiento
"parcial o irregular", cuando el paciente incumple lo estrictamente
indicado por el médico al mejorar su sintomatología. Esa es la razón
por la cual las indicaciones del facultativo deben ser cumplidas
al pie de la letra, y la administración de los fármacos
supervisados por el personal de salud.
Aclaró que no existe en la actualidad una vacuna eficiente para
la prevención de la TB y dijo que la BCG que se aplica a los recién
nacidos los protege durante dos años de las formas graves de esta
enfermedad, pero no produce inmunidad de por vida.
El descubrimiento del agente causal de la tuberculosis fue dado a
conocer el 24 de marzo de 1882 por el médico Roberto Koch,
galardonado con el Premio Nobel en 1905.