¡Quiero ser igual a él!, pidió entonces a sus progenitores, y
ellos no se negaron y la dejaron partir; no a la ciudad bulliciosa,
sino a enfrentar el desafío de la preparación emergente en las
intrincadas lomas de Minas del Frío y Topes de Collantes.
Con solo 15 años, la primera experiencia en un aula fue terrible.
"Los niños esperaban a su maestra de siempre para celebrarle el
cumpleaños. Ante la ausencia de la profesora me enviaron a mí, y la
entrada causó tanta decepción en una pequeña, que el pastel de la
fiesta voló y pasó muy cerca de mi cara.
"Solo salí del estupor con las caricias y disculpas del resto de
los niños, que comenzaron a ofrecerme sus regalos. Me repuse del
susto y di la clase."
Desde ese momento no ha perdido jamás el contacto con los
pequeños, aunque su estilo no es permanecer de pie entre un pizarrón
y un grupo de infantes en sus pupitres, dictando una lección
monocorde.
Como psicopedagoga del seminternado Orlando Lara Batista, de la
ciudad de Bayamo, prefiere a los pequeños a su alrededor,
hablándoles como sus madres lo harían, haciéndoles reír e
instruyéndoles sobre lo mejor de los valores humanos y patrióticos.
"Me preocupan mucho sus conflictos familiares, y esa es la
esencia de mi trabajo. Siempre vinculo la escuela con la
cotidianidad de su casa y su barrio, e intervengo cuando las
relaciones afectan el aprendizaje.
"La familia del niño ocupa gran parte de mi labor educadora, con
ella trabajo permanentemente y los años me han enseñado a hacerlo
bien."
Annis lo confirma con propiedad, porque el otro secreto didáctico
está en que casi la mitad de su vida ha sido dirigente de la mayor
organización de masas del país, que ya cumplió más de medio siglo.
Coordinadora de una zona cederista en Bayamo, ella conoce bien
las interioridades de su barrio, la diversidad de caracteres y
comportamientos entre las familias y la influencia directa en la
formación de los más pequeños.
"Los CDR son un exigente polígono de prueba para mis habilidades
de educadora. Precisamente porque creo que la labor del maestro
nunca cesa y debe estar siempre presente, tanto en la escuela como
en la comunidad, es que siento cumplida mi responsabilidad en la
cuadra.
"Orientar, guiar, promover el debate y convencer, siempre es más
fácil cuando se tienen vocación y herramientas pedagógicas; como se
pone de manifiesto ahora, ante la necesidad de extremar el ahorro
energético y la vigilancia sanitaria en los hogares.
"Ahí es donde radica justamente la fortaleza de mi zona,
destacada en la cotización, la emulación, la limpieza de las
cuadras, el apoyo y participación en las actividades políticas y
productivas, así como la recogida de materias primas. En el barrio
tengo varios docentes y la mayoría ocupan cargos cederistas."
Al decir de Annis, el éxito de su vida está en esa percepción que
siempre tuvo de un maestro, nacida en la impresión primera provocada
por aquel alfabetizador bisoño en la Sierra, y confirmada al cabo de
su experiencia en el magisterio.
"Un educador no es el instructor autómata que ofrece conocimiento
en bruto a cambio de un salario; sino aquel que pone el alma al
enseñar, lo hace con infinito amor, y es capaz de escuchar y
comprender con suma sensibilidad a sus pupilos. Es quien padece y
vive para ellos."