.— Estados Unidos
impulsará el desarrollo y la construcción de más instalaciones
nucleares pese a la experiencia negativa que vive hoy Japón.
Así lo aseguró ante el Congreso el secretario de Energía
estadounidense, Steven Chu, quien alegó que el Gobierno evaluará las
medidas de seguridad en los reactores nucleares, elemento que causó
alarma entre la población residente cerca de centrales atómicas en
estados del oeste, como California.
Pese a que muchos países comienzan a tomar distancia de las
centrales nucleares y miran con cautela su construcción, la Casa
Blanca planea destinar 36 mil millones de dólares en garantías de
préstamo para el desarrollo de la industria nuclear en este país.
La víspera, el incidente en Fukushima Dai-ichi, Japón, alimentó
el escepticismo sobre la seguridad de la energía nuclear, en
especial en los legisladores del Partido Demócrata.
Expertos catalogaron de poco probable que a la costa oeste
estadounidense llegue una supuesta emisión de radiaciones desde
Japón, según la televisora Fox News.
La cadena dijo que los funcionarios gubernamentales tratan de
tranquilizar a la ciudadanía sobre una eventual amenaza de
radioactividad tras las explosiones en una planta de energía nuclear
nipona.
Al respecto, representantes de la Federación Internacional de la
Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR) aseguran que los niveles de
radiactividad en Japón son manejables y, por tanto, no hay un riesgo
global.
Sin embargo, Italia prohibió la importación de productos
procedentes de Japón, mientras la Comisión Europea alega que el
gobierno de la nación asiática está perdiendo el control sobre la
crisis nuclear.
Más alarmante fueron declaraciones del comisario europeo de
energía, Günther Oettinger, para quien no resulta descabellado
calificar de apocalíptica la situación provocada por el terremoto
del viernes último.