Las puertas de la Academia de la Historia de Cuba (AHC) quedaron
abiertas la semana pasada, en su sede en el Colegio San Gerónimo, en
La Habana Vieja, al iniciar sus sesiones de trabajo con la misión de
contribuir a salvaguardar nuestro legado histórico.
En el encuentro fueron aprobadas las proyecciones de trabajo de
la institución para los próximos años, y se eligió la junta
directiva, que tendrá la responsabilidad de guiar las labores de la
AHC por un periodo de 4 años. La misma está integrada por Eduardo
Torres Cuevas, nombrado presidente por resolución; María del Carmen
Barcia, vicepresidenta; Pedro Pablo Rodríguez, secretario; así como
Oscar Zanetti y Sergio Guerra, tesorero y vocal, respectivamente.
Los académicos ratificaron, además, a los 15 miembros
correspondientes y a igual cantidad de concurrentes, cifras estas
que continuarán incrementándose posteriormente hasta completar 28 en
cada una de las listas que integran la Academia, con el fin de
ampliar el espacio científico de la institución, teniendo en cuenta
los resultados de la historiografía cubana en las últimas décadas.
Aunque fue la primera reunión de trabajo, no dejaron de aflorar
preocupaciones y sugerencias en temas que inquietan a los estudiosos
como los errores históricos divulgados, el mal uso de los símbolos
patrios, la publicación de materiales históricos sin el rigor
requerido.
Torres Cuevas propuso iniciar los ciclos de conferencias y
discursos de recepción, para conocer la visión histórica de cada
miembro de la Academia y sugirió comenzar por el miembro de número
de mayor edad, en este caso César García del Pino, de 90 años.
Los investigadores se pronunciaron por no dejar pasar por alto
fechas, acontecimientos y figuras de nuestra historia que merecen
destaque, así como señalaron la necesidad de persuadir a las
familias que tienen fondos documentales de alto valor histórico,
para que los donen a la institución responsabilizada con el
patrimonio de la nación.
Se conoció además que la AHC se vincula con la red de centros que
abordan temas históricos como el Instituto de Historia, la Unión
Nacional de Historiadores, el Centro de Estudios Martianos, la Unión
Nacional de Escritores y Artistas de Cuba y la Universidad de La
Habana, entre otros.
Torres Cuevas ratificó el compromiso de trabajar unidos en la
investigación, estudio, conservación y promoción de nuestra
historia; y dio a conocer mensajes recibidos por las academias de
España, México, Argentina, Ecuador y Paraguay, las cuales exhortan a
mantener relaciones e intercambiar temas de interés, a la vez que
felicitan a la centenaria institución por su restablecimiento.