Más de treinta muertos y decenas de heridos provocó un ataque con
bombas en un centro de reclutamiento del ejército afgano en la
ciudad de Kunduz, capital de la provincia de igual nombre.
Según el reporte policial, la cifra preliminar de muertos
asciende a 39 y los heridos llegan al medio centenar en el peor
ataque a una instalación de ese tipo en el presente año, reporta
Prensa Latina.
Medios de la insurgencia divulgaron a través de la Agencia Kali
Yuga que en las últimas 72 horas se produjeron acciones en la propia
ciudad de Kunduz, donde murieron 18 policías y el jefe de esas
fuerzas en la localidad, Abdurahman Sayed Kheli.
También mencionaron ataques en Herat, donde cayeron seis
militares, el general del ejército del gobierno de Hamid Karzai,
Amir Abdullah y dos miembros de la insurgencia.
Tales hechos, subrayaron, demuestran que "el gobierno títere de
Karzai" es cada vez más incapaz de asumir la seguridad del país y
sustituir, de acuerdo con los planes de Estados Unidos, a las
fuerzas de ocupación.
Los mandos de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte
(OTAN), liderados por el gobierno estadounidense, prevén un inseguro
plan de evacuación de los cerca de 150 mil soldados extranjeros en
Afganistán.
Sin embargo, en medios políticos locales aumenta el escepticismo
al respecto y se critica con fuerza la posibilidad real de que
Estados Unidos mantenga en esta nación bases militares permanentes.
Mientras, el sitio web Casualties, reportó que la cifra de bajas
entre las fuerzas de la OTAN llegó en las últimas horas a 84, de
ellas 54 estadounidenses y en una espiral ascendente imprevisible.