Actualizado 11:00 a.m., hora local

Brasileños intentan recuperar normalidad tras resaca
por carnavales

Tras cinco días de excesos debido a los carnavales, los brasileños intentan recuperar la normalidad, pero pensando en el fin de semana venidero, cuando desfilarán las escuelas ganadoras de las fiestas populares, reporta Prensa Latina.

Aunque oficialmente el largo feriado de carnaval debió concluir al mediodía de este miércoles, la realidad muestra que todavía hoy los brasileños tratan de abandonar la resaca aflorada por los excesos en las fiestas populares, que en el caso de Río de Janeiro adquieren dimensión y reconocimiento internacional.

El receso de carnaval es el más esperado y deseado en este país, donde la samba y el frevo destacan entre las manifestaciones artísticas populares, arrastrando multitudes a las calles y sitios de grandes espectáculos, como los estadios o los sambódromos, en particular los de Sao Paulo y Río de Janeiro.

De Norte a Sur y de Este a Oeste, durante cinco días en Brasil no se habla de otra cosa que de fiesta, disfrutada de diversas formas por sus más de 190 millones de habitantes, salvo para algunos millones de ellos a quienes la miseria y pobreza extrema les impide pensar en algo diferente a cómo sobrevivir.

Y mientras eso acontece, en las principales ciudades del país ocurre un derroche de lujo, en los desfiles competivos de las escuelas de samba que cada año luchan por alzarse con el título de campeonas en sus respectivas localidades.

Este año, en Sao Paulo y Río de Janeiro, los de mayor brillo, las agremiaciones vencedoras lo hicieron con temas que homenajean a grandes artistas populares, al maestro Joao Carlos Martins, por la paulista Vai Vai, y al Rey de la canción Roberto Carlos, por la carioca Beija-Flor.

Precisamente, al intentar retomar el trabajo, los brasileños solo esperan que transcurran las próximas 36 horas para volver a disfrutar de los carnavales en los desfiles de las ganadoras, principalmente la noche de mañana en Sao Paulo y la del sábado en Río de Janeiro.

Ya de regreso a las labores habituales, entonces sólo queda recordar lo vivido en estos cinco días y aguardar 360 más para volver a los excesos y la resaca de todo tipo que provocan los carnavales en Brasil, donde esas fiestas populares ocupan lugar privilegiado junto al fútbol, la pasión nacional.

 

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