Empresa de Cereales Frank País García
Puntal de la Industria Alimentaria
José Antonio Torres
Las reformas tecnológicas llevadas a cabo en la Empresa de
Cereales Frank País García, de la Ciudad Heroica, confieren mayor
estabilidad a la entrega de la materia prima con que se confeccionan
el pan y otras producciones del consumo social en el oriente cubano.
El
molino santiaguero producirá al cierre del 2010 unas 93 000
toneladas de harina.
Dicha industria, considerada la segunda de su tipo en el país,
garantiza la harina de trigo, así como el componente básico del
yogur de soya que reciben los niños y la población adulta de
Camagüey, Las Tunas, Holguín, Granma, Guantánamo y Santiago de Cuba.
La automatización del proceso productivo, las reformas para
agilizar la carga y descarga de mercancías por vía terrestre y
marítima, la construcción de un grupo importante de silos que elevan
su capacidad de almacenaje a más de 38 600 toneladas de cereales
para el consumo humano y la apertura de una nueva línea de molinado
de trigo en fase de puesta en marcha, cierran el ciclo inversionista
de esta industria y contribuyen al propósito del Ministerio de la
Industria Alimentaria (MINAL) de abaratar en más de 20 millones de
dólares las compras de harina que anualmente realiza en el exterior.
Ahora
la Empresa de Cereales está en condiciones de procesar 600 toneladas
de harina de trigo cada 24 horas, solo superada por su par de
Cienfuegos, el puntal nacional dentro del sector.
Ana Margarita Calzadilla, directora técnica productiva, aseguró
que las inversiones descritas no solo le permiten a la Empresa de
Cereales triplicar los volúmenes productivos, sino hacer un uso más
racional de su fuerza de trabajo, optimizar las materias primas y
laborar con la mejor eficiencia dentro de la Unión Molinera Cubana.
"En su fase de prueba la línea Trigo 2 estabilizó sus parámetros
de diseño: moler 250 toneladas de trigo en 24 horas, lograr 187
toneladas de harina como promedio y alcanzar un rendimiento superior
al 75%, cifras que la equiparan a los estándares que obtienen las
potencias mundiales dentro de esta labor."
El
muelle del molino Frank País fue dragado y ahora es capaz de operar
buques de 35 000 toneladas, cifra que no lograba hace 20 años.
Trece molinos, dos cernidores que supervisan los tamices y la
granulometría necesaria, una sala de control automático a la que
están acopladas las balanzas y el resto de los equipos, y una
empacadora con capacidad para trasegar 15 toneladas de mercancía por
hora figuran dentro de los avances en favor de la calidad y textura
del producto final.
Modernos sistemas de transporte neumático a presión, aire
comprimido y aspiración, separadores electromagnéticos, rociadores
de granos, despuntadoras y un desinsectador que evita la
contaminación y alarga la durabilidad de la harina, completan este
eficiente, económico y rentable proceso productivo.
IMPACTO SOCIAL Y BENEFICIO ECONÓMICO
Por su impacto social y beneficio económico sobresale la
beneficiadora de soya, que suministra el suplemento nutricional que
demandan todas las empresas lácteas de la región oriental para
confeccionar el yogur y parte del helado, los cereales y otros
renglones alimenticios.
Se fabrican como promedio diario entre 3 y 7 toneladas de yogur
con la materia prima que reciben de la empresa santiaguera, cuya
cobertura apoya la merienda escolar, las dietas hospitalarias y
otras responsabilidades sociales.
La remodelación capital del molino Frank País García beneficia a
otros sectores, como la cadena del pan, las fábricas de pastas y
caramelos, la industria cárnica, la gastronomía, la repostería y los
combinados de la industria pesquera.
Como complemento, dicha planta entregará este año 24 000
toneladas de subproductos para la alimentación del ganado vacuno,
los integrales porcinos, las granjas avícolas y las fábricas de
pienso del territorio.
Dichas acciones adquieren mayor relevancia si se tiene en cuenta
que el precio de la harina se ha elevado durante el último trienio y
la tendencia es a seguir creciendo.
MULTIPLICANDO EL AHORRO Y LA VOLUNTAD
Tanto el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez,
vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, como María
del Carmen Concepción, titular del MINAL, han insistido durante sus
recientes visitas en que el esfuerzo estatal por garantizar los
alimentos básicos a los núcleos familiares se ajusta al
reordenamiento del modelo económico cubano, que prevé la reducción
de las compras en el exterior, el incremento de la calidad y la
eficiencia de las líneas de producción nacional y la colocación de
los recursos financieros en los sectores que a corto plazo recuperen
la inversión.
Las erogaciones realizadas aquí durante el último decenio están
dirigidas a incrementar la producción de harina en Cuba, que
anualmente consume unas 620 000 toneladas. Si es capaz de
fabricarlas, ahorra un 30% del monto financiero destinado a la
actividad.
Cuba no produce trigo y tradicionalmente ha sido importadora de
este renglón, cuyos derivados y suplementos nutricionales por lo
general subsidia. De ahí la necesidad de buscar en el ahorro una
fuente para multiplicar los recursos de que dispone. |