Un
poco menos céntrico que la capitalina sala Kid Chocolate pero igual
de lleno, especialmente con los luchadores del estilo libre, estuvo
este fin de semana el colchón del Centro de Entrenamiento de Alto
Rendimiento Cerro Pelado. Nuevamente, en la Copa del mismo nombre,
se vieron llaves, agarres y desbalances de nivel mundial, despedida
de la disciplina en este exitoso 2010.
Lo cierto es que desde el principio se vivieron altas
temperaturas, pues se peleó por el sistema de todos contra todos en
cada división. Así, el olímpico y monarca panamericano de Río de
Janeiro’07, Yagniel Hernández (55 kg), al parecer vuelve por sus
fueros. Invicto en sus seis pleitos en la categoría más poblada de
la grecorromana, su actuación incluyó fácil éxito (2-0, 3-0) sobre
el mundialista Gustavo Balart.
No menos interesante estuvieron los 60, donde el doble medallista
mundial Maikel Anache se las arregló con más maña que fuerza para
disponer del prometedor santiaguero de 17 años Ismael Borrero.
También subcampeón entre bisoños, el pinareño Yasmani Lugo dominó
los 96.
Ante la ausencia de las principales figuras, Reinier Lescay (66),
Jorgeisbel Álvarez (74), Julio Batista (84) y Yasmani Acosta (120)
ganaron los otros galardones.
La libre fue harina del mismo costal: empuje de los juveniles,
quienes obligaron a los consagrados a sudar la trusa, y buen
potencial en el femenino, especialmente entre las muchachas
invitadas de la EIDE de Ciego de Ávila. Todas estas niñas se
enfrentaron a rivales más experimentadas, de mayor dominio técnico y
superiores en peso corporal. Sin embargo, lucieron en el colchón.
¿Reinas en las cuatro divisiones olímpicas? Aray Sanz (48 kg), la
peruana Vanesa Malqui (55), la mundialista Catherine Videaux (63) y
Lisett Echevarría (72).
Entre hombres, lo más llamativo fueron los siete pleitos sin
"aflojar el acelerador" del multimedallista universal Geandry Garzón
(66) y el desquite de Alejandro Valdés (60) sobre su sempiterno
rival Maikel Pérez. Este combate elevó los niveles de adrenalina de
todos los presentes, pues Valdés se impuso por cerrados (4-2, 4-3).
Apostó a su viraje de frente en tres ocasiones como recurso ganador,
pero sobre el colchón ambos desbordaron técnica.