Fernando Pérez y Carlos Lechuga, laureados entre ficciones

Galardonan a Estela Bravo por su conmovedor documental Operación Peter Pan: cerrando el círculo en Cuba

Amelia Duarte de la Rosa

Los Corales de guión, guión inédito, edición y dirección llegaron anoche respectivamente a las manos de Pablo Larraín y Mateo Iribarren, por Post Mórtem; Federico Borgia Stagnaro y Guillermo Madeiro Bonelli por Clever; Eliane Katz (Por tu culpa); y al cubano Fernando Pérez, por José Martí: el ojo del canario, película que también mereció el premio SIGNIS, el Coral al mejor cartel para la diseñadora Giselle Monzón, y la mejor dirección artística, a cuenta de Erick Grass.

Ello aconteció en la jornada de clausura del 32 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, evento que se caracteriza por su gran arraigo popular.

La maestría de Fernando Pérez en la dirección de José Martí: el ojo del canario le valió el Coral en esa especialidad.

También recibieron los Corales de música original Santiago Chávez y Judith de León, por Las buenas hierbas; y de banda sonora Raúl Locatelli y Daniel Yafalián, por La vida útil. La mejor fotografía fue la de Damián García por Chicogrande; y las actuaciones que más sobresalieron resultaron ser precisamente las de los chilenos Alfredo Castro y Antonia Zegers, actores del filme ganador que también destacó con el Premio FIPRESCI, de la prensa cinematográfica.

En cuanto a las óperas primas, el primer premio lo consiguió el director mexicano Pedro González-Rubio por Alamar. El segundo y el tercero se le otorgaron a Octubre, de los directores Diego Vega y Daniel Vega (Perú, Venezuela, España) y a Del amor y otros demonios, de la directora Hilda Hidalgo (Costa Rica, Colombia). El jurado de esta categoría decidió otorgarle un reconocimiento especial a Hermano, de Marcel Rasquin, de Venezuela; una mención a La casa muda, del uruguayo Gustavo Hernández; y el Coral a la Mejor Contribución Artística a Natalia Smirnoff por su intervención en la cinta franco argentina Rompecabezas.

El corto y el documental más sobresalientes resultaron ser Los bañistas, del joven cubano Carlos Lechuga, y ·Pecados de mi padre, del argentino Nicolás Entel. En este último apartado se alzaron además con los Corales El edificio de los chilenos, de Macarena Aguiló March (segundo premio); Memoria Cubana, de Alice de Andrade e Iván Nápoles (tercer premio); El tesoro de Américael oro de Pascua Lama, de la chilena Carmen Castillo Echeverría (premio especial); y la directora Estela Bravo por Operación Peter Pan: cerrando el círculo en Cuba en la categoría de Mejor Obra sobre América Latina de un realizador no latinoamericano.

Por otra parte, en animación —que tuvo una amplia representación en esta edición— se reconocieron Sambatown (primer premio), del brasileño Cadu Macedo; Marcela, del argentino Gastón Siriczman (segundo premio); El alicanto y la veta de cobre, del chileno Roberto Avaria (tercer premio); y Nikita Chama Boom, del cubano Juan Padrón (premio especial del jurado).

Finalmente los Premios del ALBA Cultural Latinoamérica Primera Copia llegaron a los realizadores Pablo Giorgelli, por Las acacias (Argentina), y al cubano Juan Carlos Cremata, por Chamaco, quienes de ese modo podrán terminar la posproducción de sus respectivas películas.

 

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