WASHINGTON, 22 de octubre — Después de elecciones que marcaron
grandes ganancias en zonas republicanas, el Partido Demócrata hoy
tiende a encogerse a sus áreas más tradicionales en Estados Unidos,
reportó el sitio especializado politico.com.
Aún cuando los correligionarios del presidente Barack Obama
eviten una derrota total, el mapa político cambiará y se hará más
parecido al anterior de las elecciones de 2006, afirma.
Ahora, el llamado partido azul es más costero y urbano, con menos
presencia en las zonas rurales, en el sur y en el medio oeste,
aunque los republicanos están ganando espacios en áreas consideradas
adversas como California, Oregón y Massachussets, agrega.
En estos comicios, los republicanos tienen la posibilidad de
conquistar escaños senatoriales en Arkansas, uno de los pocos
baluartes históricos demócratas en la región meridional y en
Indiana, que en 2008 rompió 44 años de tradición al votar por Obama.
El llamado Grand Old Party (GOP) también va camino a conquistar
los gobiernos en Iowa, Michigan y Wisconsin, estados que en los
últimos años le han sido esquivos, comenta politico.com.
Pero en las elecciones para la Cámara de Representantes la
situación se observa más clara.
De los 69 asientos que controlan los demócratas y que están en
disputa, 40 son del sur o del medioeste.
Si perdemos un buen número de curules en ambas regiones, debemos
hacernos algunas preguntas sobre el futuro del partido, estimó el ex
representante por Texas Martin Frost.
Hemos perdido el contacto con los votantes blancos y la clase
media de esas dos zonas, agregó Frost, quien pronosticó que es muy
difícil ganar la presidencia sólo con los votos de los estados
costeros.
Por su parte, el ex gobernador de Carolina del Sur, Jim Hodges,
llamó al partido a dedicarle más tiempo al sur y al medioeste, pues
aunque no ganen en toda la región es importante que tenga una base
electoral allí.