Tras celebrar en Damasco la segunda reunión ordinaria de 2010 del Parlamento Árabe (PA), los legisladores exigieron la completa retirada israelí del Golán hasta las fronteras existentes el 4 de junio de 1967 y consideraron nula la decisión de anexarse ese territorio.

Un comunicado difundido aquí sobre la reunión indicó que ese tema se mantendrá, por consenso, de forma permanente en la agenda de trabajo del foro, al igual que la salida de la entidad sionista de los demás territorios árabes ocupados en el Líbano y Palestina.

Al respecto, los parlamentarios reafirmaron que la reconciliación interpalestina es el eje de la causa de ese pueblo, y urgieron a los líderes árabes a acelerar el establecimiento de una Unión Árabe, y a seguir de cerca el proceso de paz en Medio Oriente.

Sobre el actual diálogo directo entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina, enfatizaron en que esas negociaciones se interrumpen si Tel Aviv continúa las construcciones en los asentamientos israelíes de la Ribera Occidental y Jerusalén.

Igualmente subrayaron el compromiso de trabajar por la creación de un Estado palestino independiente con capital en Jerusalén Este, ciudad santa que definieron como la esencia del proceso de paz porque el régimen sionista persiste en su expansión.

Asuntos relativos a la protección y seguridad del agua para los árabes, combate a la sequía, seguridad alimentaria, intercomunicación, cooperación turística, se unieron a la extensa agenda junto con la situación en Iraq, el Líbano y Sudán, y el bloqueo israelí a Gaza.

La declaración final de la reunión parlamentaria también condenó en duros términos lo que los diputados definieron como complot terrorista para desestabilizar el reino de Bahrain, en referencia a las acciones políticas de la oposición musulmana chiita allí.