Un atentado con explosivos contra
una caravana militar de la ocupante Fuerza Internacional de
Asistencia a la Seguridad (ISAF) causó hoy al menos dos soldados
muertos y ocho heridos en la convulsa ciudad sureña afgana de
Kandahar.
Portavoces de la ISAF comunicaron a medios informativos que uno
de sus militares perdió la vida por el estallido de un artefacto
explosivo en el sur de Afganistán y otro falleció en un ataque de
los insurgentes, también en el sur del país.
Las fuentes omitieron como es usual las nacionalidades de esas
víctimas fatales y el lugar exacto donde ocurrieron las acciones.
Sin embargo, los insurgentes afganos reivindicaron el atentado y
precisaron en un comunicado que uno de sus combatientes estrelló su
vehículo con explosivos contra un convoy militar estadounidense en
el área de Mandi Hasar del distrito de Daman, vecino al aeropuerto
de la ciudad de Kandahar.
Esa versión de los rebeldes sostiene que resultó destruido un
vehículo militar y murieron siete ocupantes que se encontraban a
bordo.
Poco antes, el portavoz gubernamental de la provincia, Zalmai
Ayubi, informó a la prensa que un coche bomba estalló al paso de un
convoy de la ISAF, comandada por la OTAN, en tránsito por una ruta
que enlaza a Kandahar con la frontera de Paquistán.
La explosión causó 12 personas heridas, de las cuales tres
murieron la causa de sus heridas, indicó Ayubi y que otras nueve
reciben tratamiento.
En los alrededores de Kandahar se desarrolla una ofensiva de las
tropas de la ISAF y afganas para intentar desalojar de varios
distritos a los insurgentes, que controlan amplia zonas de ese
territorio sureño.
Las operaciones afectan a miles habitantes, en especial de los
distritos de Argandab y Zhari, desde donde huyeron más de 900
familias antes los ataques de la aviación de Estados Unidos.
Un testigo presencial aseguró a medios informativos que su hijo y
dos nietos murieron al caer un cohete en su casa.
Un representante de la Media Luna Roja estimó que unas mil
familias huyeron a Kandahar y que si prosiguen las operaciones
militares, otros miles abandonarán sus viviendas y vendrán a
Kandahar.