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Cubanos rinden tributo a Mariana de Gonitch

GRETEL CRUZ TORRES

Una tarja en honor de la soprano rusa Mariana de Gonitch (San Petersburgo, 1900-La Habana, 1993) fue develada hoy La Habana, urbe donde desplegó una meritoria carrera artística y pedagógica.

La Oficina del Historiador de la Ciudad ofrece este tributo a la afamada cantante lírica, con motivo del aniversario 70 de su llegada a Cuba y de su posterior debut en el teatro Auditórium de La Habana.

En la Casa de la Cultura del municipio de Plaza de la Revolución se develó la tarja, ocasión en la cual artistas de la Academia Nacional de canto lírico -que lleva el nombre de la diva- regalaron al público un concierto especial.

Hugo Oslé, director de esa institución, hizo pública su admiración y respeto por quien consideró como una figura que hizo un gran esfuerzo en aras de elevar el nivel cubano en una de las ramas más difíciles del arte musical.

Nacida en San Petersburgo, Mariana de Gonitch recibió desde temprana edad una educación artística que la inclinó por el canto, para suerte de los amantes de esa manifestación.

Debutó a los 23 años en el Gran Teatro de la Ópera y el Teatro de los Campos Elíseos de París, e inició así una brillantísima carrera artística por las principales salas de conciertos y teatros de la ópera en el mundo.

Su amplio repertorio abarcó más de un centenar de óperas donde se destacaron Aida, Tosca, El Trovador, Fausto, Herodias, Guillermo Tell, Tannhaüser, Lohengrín, Tristán e Isolda, por solo citar algunas.

Tuvo el privilegio de alternar escenarios con excelsas voces de su generación, dirigida por afamados directores de orquestas sinfónicas, como Emil Cooper, Eugenio Bigot, Lazlo Halaz, Irving Berlín, Gonzalo Roig, Rodrigo Prats, entre otras eminencias musicales.

Llegó a la Isla en agosto de 1940 y cinco años más tarde fundó la academia, donde se consagró con una meritoria labor pedagógica, paralela a su carrera en los escenarios.

Nicolás Guillén, el Poeta Nacional cubano, la consideró una mujer capaz de conmover el temperamento más insensible, por toda la obra que llevó a cabo como educadora y artista.

 
 

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