Un prestigioso especialista de nuestro país, el profesor José A.
Negrín Villavicencio, sustenta que cuando un médico "deja a un lado
el método clínico" y le da una alta prioridad a los estudios
complementarios, está tratando de "adivinar" el diagnóstico, porque
es como si dijera "a ver qué encuentro".
Sin embargo, cuando escucha e interroga al paciente, realiza un
examen físico detallado, requerirá solo de investigaciones
específicas para corroborar las hipótesis emanadas de un
razonamiento científico.
El doctor Negrín, Profesor Consultante de Medicina Interna del
Hospital Clínico-Quirúrgico Hermanos Ameijeiras, dice que parecería
que toma mucho tiempo la aplicación del método clínico en una
consulta con un gran número de pacientes en espera, lo que califica
de "verdad a medias", porque en la medida incluso que nuestros más
jóvenes profesionales se desarrollan científicamente y ganan en
habilidades y destrezas, obtienen con este proceder mejores
resultados diagnósticos en un periodo de tiempo relativamente corto,
con notables beneficios para la salud de nuestros pacientes.
Con casi medio siglo de ejercicio profesional, mi entrevistado
confiesa "escuchar" aún las palabras de sus profesores de
Semiología, asignatura que se imparte en el tercer año de la carrera
de Medicina, dirigida fundamentalmente a enseñar el arte de
interrogar y examinar al enfermo y aprender a hacer las hipótesis
diagnósticas. Desde el imprescindible "buenos días" cuando entra a
consulta el paciente y el "tome asiento", continuando con "¿qué le
preocupa?, ¿qué malestares siente?", el disponerse a escucharlo y
examinarlo, hasta transmitirle sus apreciaciones médicas iniciales y
valorar los requerimientos de exámenes complementarios.
Es esencial, en una Medicina socialista como la nuestra, preparar
también a los pacientes a incrementar su autorresponsabilidad para
que cooperen y desarrollen, junto a sus familiares, un papel
protagónico en la solución de sus problemas de salud.
Debe ser conocido por nuestra población que la crisis existente a
nivel internacional en la aplicación del método clínico viene
contribuyendo a una práctica de la Medicina más superficial y,
también, a un incremento de la posibilidad de errores diagnósticos.
"Como gustaba afirmar a un eminente profesor nuestro, el doctor
José A. Llorens, indudablemente el progreso de la tecnología médica
y sus aplicaciones no controladas racionalmente pueden llegar a
destruir la esencia humana de la Medicina".