El también miembro del Buró Político aseguró que el cambio que
experimenta la colosal inversión es resultado de una mejor
organización y un mayor control en la ejecución de los trabajos,
dirigidos a garantizar el abasto de agua a la totalidad de los
habitantes del municipio más poblado de la nación.
Valdés Menéndez visitó varias obras que deciden la terminación
del acueducto en noviembre del 2010, acompañado por Lázaro Expósito,
primer secretario del Partido; Rolando Yero, presidente del Poder
Popular; Inés María Chapman, miembro del Consejo de Estado y
coordinadora del programa de ejecución del acueducto; y René Mesa,
presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
El Vicepresidente destacó la seriedad con que los constructores y
las autoridades locales revierten las insuficiencias, aspecto que
repercute en la calidad, el cumplimiento de los cronogramas y la
cohesión de las fuerzas. En sus comentarios elogió las acciones para
estabilizar el servicio de agua en una ciudad donde los desniveles
del terreno son muy pronunciados.
No obstante, convocó a eliminar las incongruencias que subyacen
en la inversión, también a evaluar errores y malas prácticas, pues
aunque la rehabilitación es un desafío titánico, continúa siendo
tema polémico, que recibe gran cantidad de críticas de los
santiagueros.
El Comandante de la Revolución fustigó los graves errores
cometidos por la ECOING 27, de Ciego de Ávila, en la ejecución de la
conductora que enlaza el túnel Sierra Maestra con la Potabilizadora
de Quintero. Fue categórico al expresar que son el resultado de la
falta de previsión y la negligencia con que se trabajó en etapas
anteriores, y a la vez evidencia lo imperioso de penalizar la
insensibilidad de quienes deben resolver los problemas.
Más adelante insistió en lo inaplazable de respetar la política
financiera y ajustarse al principio de racionalidad, temas
estratégicos para la economía cubana y hacia donde deben dirigir sus
análisis los núcleos del Partido y los colectivos obreros.
Hasta la fecha se han entregado 13 sectores hidrométricos y se
trabaja en otros 19, lo que ha permitido que se beneficien más de
400 000 habitantes y disminuyan los ciclos de entrega de agua que
oscilaban entre 20 y 60 días como promedio.
La rehabilitación está al 88% de ejecución. Más de 961 kilómetros
de redes, 42,4 de conductoras, 1 500 de acometidas y 88,5 de
maestras de distribución, refrendan el avance.
Otras 60 000 personas —radicadas en 66 barrios que nunca
recibieron el servicio o estaban afectados por un acueducto
inoperante— ahora se favorecen, en especial comunidades que llevaban
entre 25 y 30 años sin servicio estable de agua.