Por los notables resultados alcanzados con el Heberprot-P, el
Congreso Biotecnología Habana 2010, a celebrarse del 20 al 22 de
octubre próximo, estará dedicado a la atención integral del paciente
con úlcera del pie diabético (UPD) con la aplicación de este
biofármaco.
Han confirmado su participación en el evento alrededor de 150
especialistas de 22 países, así como 200 cubanos, según informó a
Granma la ingeniera Miriela Gil Mena, coordinadora del Programa
de Extensión Nacional del Heberprot-P por el Centro de Ingeniería
Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana.
Gil refirió que el producto está disponible en todos los
servicios de Angiología de los hospitales del país y se ha ido
extendiendo a la atención primaria de salud.
Aseguró que actualmente 100 instituciones del territorio
nacional, entre hospitales y algunos policlínicos de la capital y de
las cabeceras provinciales, cuentan con el novedoso biofármaco,
desarrollado en conjunto por especialistas del CIGB y el Instituto
Nacional de Angiología y Cirugía Vascular, que ha venido a potenciar
el método de tratamiento y manejo de la diabetes, donde el proceso
de cicatrización de las úlceras es muy complejo.
Esta afección, que va en ascenso, puede ocasionar desde el coma
diabético, con peligro para la vida, hasta otras complicaciones
crónicas, a largo plazo, cuyas manifestaciones clínicas pueden ser
insuficiencia coronaria o infarto cardíaco, trombosis o hemorragias
cerebrales, enfermedad renal, pérdida de la visión y otras como la
UPD que, de no atenderse adecuadamente, termina en amputación.
En el mundo viven hoy alrededor de 285 millones de diabéticos,
cifra que se elevará hasta los 438 millones en el 2030, de acuerdo
con estimados de organismos internacionales.
En Cuba, hasta el cierre del 2009, había más de 454 000, según el
anuario estadístico del Ministerio de Salud Pública. No obstante, el
país registra la menor tasa de mortalidad por diabetes —12,3 por 100
000 habitantes— de todo el continente americano, de acuerdo con un
documento difundido por la Organización Panamericana de la Salud.
El Heberprot-P es una formulación farmacéutica inyectable que
tiene como principio activo el Factor de Crecimiento Epidérmico
Humano recombinante, un potente agente que cuando se administra
localmente en forma líquida estimula la formación de tejido útil
para permitir el cierre de lesiones, por segunda intención o
mediante injerto de piel.
Los expertos afirman que ha demostrado su eficacia en úlceras
grandes y profundas (estadios 3 y 4 de la escala de Wagner, de un
máximo de 5) que afectan tendones y huesos, resistentes a todo tipo
de tratamiento convencional en pacientes diabéticos.
Gil Mena explicó que el medicamento solo está contraindicado en
pacientes con antecedentes de hipersensibilidad al producto o a
cualquiera de sus componentes, en aquellos aquejados de patologías
oncológicas cercanas al sitio de aplicación del biofármaco, y en
quienes sufren cardiopatía descompensada, coma diabético y otras
complicaciones crónicas de la diabetes.
El Heberprot-P fue registrado en Cuba en junio del 2006, en abril
del 2007 se incluye en el cuadro básico de medicamentos y en junio
de ese mismo año comienza el programa para su extensión nacional.
En el 2009, la generalización de su uso constituyó uno de los
resultados científicos relevantes del país en la esfera de la
biotecnología y productos farmacéuticos, cuya industria fue
calificada por la prestigiosa revista científica británica Nature
como la mejor establecida de todo el Tercer Mundo, en un artículo
publicado a inicios de ese año.
Gil Mena recordó que Cuba posee un Programa de Atención Integral
al Paciente Diabético que garantiza, con la habilitación de una
historia clínica, no solo el registro y seguimiento médico, mediante
exámenes y análisis, de estas personas en los consultorios de la
familia, sino también su remisión a la consulta de atención
integral, presente en todos los policlínicos del país.
Todos los diabéticos deben acudir una vez al año al policlínico
para ser atendidos en estas consultas, mientras que los que
presentan complicaciones crónicas, entre ellas la UPD, deben hacerlo
cada tres o cuatro meses, refirió.
La ingeniera indicó que los pacientes con UPD pequeñas, estadios
1 y 2 de la escala de Wagner, siempre que no presenten otras
complicaciones y previa remisión por el médico de la familia, podrán
ser tratados con el producto en el propio policlínico, si este
cuenta con las condiciones creadas para su aplicación.
En los servicios de Angiología de los hospitales son atendidos
aquellos que presenten úlceras más grandes y complejas. En ambos
casos, la aplicación del biofármaco debe ser supervisada por el
angiólogo.
El novedoso medicamento cuenta con patente en EE.UU., la Unión
Europea, Australia, Hong Kong, Singapur, Corea del Sur, Sudáfrica,
la Federación Rusa, China, India y Ucrania. Es una de las más
recientes adquisiciones de la cartera de Heber Biotec S.A., entidad
que comercializa de manera exclusiva, en más de 45 países de América
Latina, Asia, África y Europa del Este, los productos
biotecnológicos y farmacéuticos, servicios tecnológicos y proyectos
de Investigación-Desarrollo (I+D) del CIGB y de otras importantes
instituciones y laboratorios cubanos.
Gil Mena informó que, además de los cubanos beneficiados, el
Heberprot-P ha sido usado por pacientes con UPD de Venezuela,
Argelia, Argentina, República Dominicana, Uruguay, Angola y Libia,
para un total de más de 15 000 favorecidos.
Heber Biotec S.A. cuenta con más de 200 registros sanitarios
aprobados en 52 países y acuerdos de distribución firmados con
compañías en todo el mundo.
Esta empresa y el CIGB forman un complejo de
investigación-desarrollo, producción y comercialización.
Inaugurado el 1º de julio de 1986, el CIGB es una institución de
vanguardia en las Biociencias cubanas cuyo principal valor está en
el personal que allí labora, altamente calificado y comprometido con
el desarrollo de nuevos productos para mejorar la calidad de vida de
millones de personas en todo el mundo, además de otros para
aplicaciones agrícolas y pecuarias.
Pertenece al Polo Científico del Oeste de La Habana, que se
organizó en 1991 con vistas a acelerar el de-sarrollo de la
biotecnología y la producción médico-farmacéutica mediante la
coordinación sistemática de acciones de investigación, docencia y
producción especializada entre las diversas instituciones que habían
ido surgiendo en la década de los 80, con la intervención muy
directa de Fidel.
El Comandante en Jefe ha sido precursor del desarrollo
biotecnológico en el país, que contó, en la década de los 80, con
una inversión inicial del Estado ascendente a más de 1 500 millones
de dólares, lo cual permitió a una nación subdesarrollada y
bloqueada por EE.UU. situarse a la altura de los mejor posicionados
en el mundo en ese campo.