Alemania negó hoy supuestos
comentarios de la canciller federal, Angela Merkel, al presidente
francés, Nicolas Sarkozy, sobre planes para desmantelar campamentos
de gitanos en este país.
En su defensa ante el Consejo Europeo, Sarkozy afirmó que contaba
con el respaldo de Merkel en su polémica con la Comisión Europea
(CE), que anunció el pasado martes posibles sanciones contra París
por violación del derecho regional al expulsar ciudadanos de esa
etnia.
Al término de la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la
Unión Europea (UE), que sesionó la víspera en Bruselas, el
mandatario galo afirmó que la gobernante germana le expresó su deseo
de proceder con el desalojo de campamentos en las próximas semanas.
De acuerdo con el vocero del ejecutivo alemán, Steffen Seibert,
Merkel ni habló sobre el tema durante el Consejo Europeo ni durante
las conversaciones con Sarkozy al margen del encuentro.
Afirmó que Alemania si respalda a Francia respecto a la forma y
el tono de las críticas contra ese país, efectuadas por la
vicepresidenta de la CE y comisaria de Justicia de la UE, Viviane
Reding.
Reding anunció el pasado martes la apertura por la vía rápida de
un expediente a Francia por violación del derecho comunitario.
También refirió algunos términos que podían interpretarse como un
paralelismo entre la política francesa de repatriaciones y las
deportaciones de judíos y gitanos, durante la Segunda Guerra
Mundial.
Por su parte, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Guido
Westerwelle, trató de suavizar las declaraciones de Sarkozy,
atribuyéndolas a un malentendido, e indicó que esa cuestión no
afectaría el buen funcionamiento del eje Berlín-París.
El gobierno francés aceleró la expulsión de inmigrantes gitanos
en situación irregular durante el verano boreal.