Camagüey, tras Ike y Paloma

Miguel Febles Hernández

Fue tal el golpe y tan grandes sus secuelas, que muchos en Camagüey no creen aún que hayan transcurrido dos años ya del nefasto 2008, cuando estas tierras no acostumbradas a fenómenos meteorológicos adversos se estremecieron hasta las entrañas bajo el paso devastador de los huracanes Ike y Paloma.

Fotos: Otilio Rivero DelgadoPoco a poco se recupera en Camagüey la construcción de edificios, como ocurre hoy en el Reparto Villa Mariana.

Miles de familias quedaron entonces con el cielo como techo en espera de una respuesta estatal que no demoró en aparecer, aunque la magnitud de los daños y el volumen de los recursos a emplear obligaron a establecer prioridades, con la certeza de que la solución definitiva al complejo problema no sería inmediata y necesitaría el apoyo real de los damnificados.

"Confíen en la Revolución, como nosotros confiamos en ustedes", les expresó el General de Ejército Raúl Castro Ruz a los damnificados en aquellas aciagas circunstancias, de cuyo encuentro salieron decisiones precisas para encaminar las labores recuperativas en las zonas afectadas.

Fotos: Otilio Rivero DelgadoFuerzas de la construcción aceleran en Los Coquitos los trabajos de cimentación de los nuevos edificios.

Alguien calificó lo que sobrevino después como "verdadero huracán de trabajo" mientras se restablecía en tiempo récord la infraestructura socioeconómica del territorio y los habitantes de cada poblado cerraban filas en la reparación de sus viviendas con tejas y otros materiales llegados de los más diversos confines.

No habían transcurrido 15 meses del desastre de Paloma y en Santa Cruz del Sur quedaba inaugurada una bella comunidad de 300 viviendas, alejada a una distancia prudencial de la costa, que puso a prueba la capacidad de trabajo y el espíritu de cooperación de las fuerzas constructoras a cargo de la tarea.

SE ABREN NUEVOS FRENTES

Cumplido el compromiso en el sureño municipio, se decidió mover buena parte del dispositivo allí empleado hacia la ciudad de Camagüey, que por ser la cabecera provincial y, como es lógico, constituir el mayor asentamiento poblacional, acumuló también la cifra más elevada de viviendas afectadas con 40 245.

Fotos: Otilio Rivero DelgadoEn un pequeño taller se elaboran los más variados implementos de trabajo.

Si el movimiento constructivo popular y el respaldo de las entidades locales resultaron decisivos para poder afirmar hoy que el 65% de las afectaciones ya han sido resueltas, persiste aún el problema de los derrumbes totales, que solo en la capital camagüeyana sumaron más de 3 000.

"Se abrieron dos frentes principales: Los Coquitos y Villa Mariana, y allí se han concentrado los recursos con el propósito de levantar edificios para aprovechar mejor el limitado espacio de la ciudad", explica William Sarduy Funes, director de operaciones del Grupo Empresarial de la Construcción.

En la circunvalación norte, justo frente al Instituto Preuniversitario Vocacional Máximo Gómez Báez, fuerzas del MICONS alistan tres inmuebles con 40 apartamentos que serán entregados a finales de año, una primera inyección de confianza acerca de la viabilidad del ambicioso programa en marcha.

"Puede vivir convencido de que la obra saldrá en fecha", asegura el carpintero Fidel Alejandro Padilla, quien con 32 años de trabajo en la construcción siente que poco a poco se va ganando en disciplina, organización y calidad, algo que afecta aún la imagen de empresas y brigadas dentro del sector.

REVOLUCIÓN EN LOS COQUITOS

El asentamiento de Los Coquitos, ubicado en la periferia de la ciudad de Camagüey, vive al ritmo que le imponen los hombres y equipos que participan en la materialización del proyecto concebido para cinco años y prevé la construcción de 60 edificios con 672 apartamentos.

"Aquí ya existía el llamado Plan CTC con viviendas individuales; sin embargo, en las dos nuevas zonas de desarrollo se decidió crecer hacia arriba, es decir, construir edificios con el empleo de diversas tecnologías", informa Ángel Reyes Leyva, a cargo del área correspondiente al MICONS.

Ahora se trabaja en la primera manzana, que incluye seis edificios de cuatro y cinco plantas, en una secuencia que acelera hoy la etapa de cimentación y montaje de los elementos prefabricados para dar paso de inmediato a las fuerzas encargadas de la terminación.

De manera simultánea se acomete también la construcción del colector sanitario, una obra decisiva, al igual que las redes de acueducto y alcantarillado, los viales y las áreas verdes, para darle valor de uso al lugar y continuar el avance planificado hacia las manzanas contiguas.

UNA TAREA DE MUCHA CONFIANZA

Las brigadas de las empresas 8 y 15 de la Construcción tienen como vecino en Los Coquitos a un contingente del Ministerio del Interior, el mismo que realizó la proeza de construir en poco más de un año, junto a combatientes de las FAR, la Comunidad 50 Aniversario en Santa Cruz del Sur.

"Terminada nuestra misión en aquel territorio, tuvimos la satisfacción de ser seleccionados para enfrentar una labor similar, aunque ahora con un poco más de experiencia", comenta el mayor Calixto Carrillo Blanco, jefe de la fuerza que integran sancionados acogidos al programa de la Tarea Confianza.

Comenzaron los trabajos el 20 de mayo pasado y ya el avance es notable: este año deben entregar 42 viviendas de las 140 previstas en 27 edificios biplantas que serán construidos por el sistema Sandino en varias tipologías.

"Los hombres, señala Carrillo, han respondido a la confianza en ellos depositada. Se sienten comprometidos y útiles, y eso lo reconocen los familiares cuando los visitan. Considero que la forma de trabajo y sus resultados demuestran que la experiencia bien vale la pena".

A tal punto ha llegado el fervor constructivo, que ellos mismos elaboran muchas de las herramientas que necesitan; desechos recogidos en los vertederos son transformados, en un improvisado taller, en barretas, patas de cabra, cucharas, cucharines, llanas, cinceles punteros, cubos y plataformas para andamios.

"Cumplimos en Santa Cruz y aquí lo haremos también", asegura Luis Mayor Martínez, mientras pone punto final a una de las estructuras de acero que conformará una nueva vivienda.

 

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